Edificio entre medianeras cuyo programa se desarrolla de la siguiente manera: tres niveles destinados a despacho de arquitectura, cuatro niveles destinados a residencia, con dos viviendas por rellano, y tres niveles de sótano para aparcamiento organizados en medias plantas.
La fachada se estructura con elementos verticales con un cincuenta por ciento lleno-vacío, como es preceptivo en el ensanche Cerdà. Los cuatro materiales utilizados son los tradicionales: piedra, hierro en los balcones, porticones de madera y vidrieras.
La fachada se organiza en cuatro pieles y se estructura en un solo plano para no ofrecer cuerpos salientes a la calle, produciendo un cierto dinamismo al conjugar las piezas fijas y las móviles, jugando en el interior con la luz, tamizando la visión y el ruido de la calle.Las grandes aberturas de la planta baja se abren a la calle dando una visión urbana de transparencia hacia el interior.