El proyecto se inspira en la guitarra Fender Stratocaster que Hendrix solía destrozar después de cada concierto. Desde lo alto el complejo se presenta como un conglomerado de diversos cuerpos centrales de colores brillantes. Uno de los volúmenes es atravesado por el monorriel de Seattle, que circula por el interior del museo.
En el EMP Gehry añade un elemento poco habitual en sus obras, el uso de colores que fusionado con distintas texturas, simboliza la energía y fluidez de la canción estadounidense. Inspirado en el rock and roll, el azul se debe a las guitarras Fender, el dorado a las Les Paul y el púrpura al tema Purple Haze de Jimi Hendrix. Gehry añade pasajes rojos como tributo a las viejas furgonetas descoloridas que las estrellas de rock solían conducir.