Administración Nacional de Puertos

Beltrán ARBELECHE, Miguel Ángel Canale
  • Dirección: RBLA 25 DE AGOSTO 160
  • Fechas inicio-fin: 1939(concurso)-1940(inauguración)
  • Programas: Edificio De Oficinas
  • Información útil: Concurso público 1° Premio: Arq. Julio Vilamajó; 2° Premio: Arq. Beltrán Arbeleche y Arq. Miguel Ángel Canale (construido)

Tomado de: Arigón, S.; Cesio, L.; Fernández, D.; Gómez, L.; Kutscher, C. Beltrán Arbeleche - Miguel Ángel Canale. Montevideo: IHA, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, 2017.

“¿Y aquí que pusiste? Le contesté que habíamos creado una especie de pórtico para colocar la guardia y una sección que tenía que funcionar las 24 horas y debía estar separada del resto de las oficinas: era el registro de Barcos. Entonces, Vilamajó me dijo: Mira, esa oficina yo la puse en el tercer piso: me ganaste botija!” El dialogo entre Arbeleche, Canale y Vilamajó, en el Tupí Nambá, se produjo antes del fallo del concurso. El jurado señalaba que el proyecto de Arbeleche y Canale era el que cumplía mas rigurosamente con el programa, pero optó por otorgar el primer premio a Vilamajó y el segundo a la dupla, que se excedía del costo tope de obra fijado por las bases. Sin embargo el directorio de la Administración Nacional de Puertos decidió que se realizara el segundo premio, situación que Vilamajó aceptó manifestando, nuevamente, que creía que era una mejor solución.

La anécdota y los pormenores en la concreción, señalan lo que significa una de las mayores cualidades del proyecto, su funcionalidad, su pragmatismo y racionalidad para resolver el programa, característica invariante en la obra de los arquitectos. Para ello, se recurre a un tipo ya probado en la Cámara de Comercio y en la Caja de Jubilaciones, donde un vacio central con las circulaciones perimetrales a él, organiza todo el edificio. En este caso, al igual que en la Cámara, se trata de dos espacios superpuestos: el inferior techado con claraboya permite la iluminación del hall principal, el superior actúa como patio abierto de aire y luz.

El sistema estructural, esqueleto rigurosamente modulado, actúa de aliado en la conformación del espacio. Se prescinde de elementos rígidos en la organización de los distintas oficinas recurriendo a mamparas livianas y equipamiento, que, sumado a la permeabilidad de la fachadas, permiten un vínculo de continuidad visual y espacial de todo el interior, y de éste con el exterior, integrando la bahía y el puerto al corazón mismo del edificio. La sinceridad estructural actúa no tanto en el plano ideológico como en la definición de la espacialidad, los vínculos con el exterior y el propio lenguaje. El edificio se resuelve como un volumen único aislado y horadado en sus cuatro lados en la parte central por un pórtico de orden colosal que abarca 6 niveles. Éste, con un marcado ritmo vertical, le otorga cierta profundidad a las fachadas y genera espacios intermedios de relación y transición interior-exterior. Un sistema tripartito de basamento, desarrollo y remate y una precisa simetría ordenan las cuatro fachadas de similares características, recordando una tradición asentada en los principios clásicos de composición y otorgando un cierto carácter monumental, que se fusiona con una depuración formal de neta vocación moderna.


Margenat, J.P. Tiempos Modernos arquitectura uruguaya afín a las vanguardias 1925-1940. Montevideo: 2009.

En esos años, la sociedad de Arbeleche y Canale participó exitosamente en varios concursos. Uno de ellos fue el que se efectuó para la Administración Nacional de Puertos (ANP) en 1939 en el que obtuvieron el segundo premio. El primer premio lo obtuvo Julio Vilamajó, pero el Directorio igualmente les encargó el proyecto porque su propuesta se adecuaba mejor a las necesidades de uso. La construcción se ubica en la esquina de la Rambla 25 de Agosto y Guaraní, dejando generosos retiros hacia esas vías, hacia Piedras, y también hacia el este, tal vez previendo la prolongación de la calle Isla de Lobos, que cortaría a la mitad la manzana. Los retiros refuerzan el carácter institucional sin perjudicar la integración morfológica al contexto urbano inmediato. La planta del edificio se desarrolla en un rectángulo de proporciones cercanas al cuadrado y se organiza según dos ejes de simetría muy marcados. El acceso sobre la rambla tiene una notoria monumentalidad, acorde a su carácter institucional, acentuado por un gran portal que llega hasta el sexto piso y se cierra con nervaduras verticales(a modo de columnatas). El edificio se desarrolla según los cánones clásicos: basamento, desarrollo y coronación. La fuerza prismática de la obra se impone. En su interior tiene un patio con dos niveles balconeando y se cierra con una claraboya generando una rica espacialidad interior. Esta obra se desprende del tejido urbano adquiriendo independencia, principalmente por sus amplios retiros, contrariamente a lo que platean las realizaciones de estos dos arquitectos en sus obras sobre la Avenida del Libertados(edificio del BSE y y Edificio 14 de Mayo). Se trata de una obra de una fuerte geometría y rigurosa racionalidad, con una espacialidad interior muy lograda, como en otras creaciones de este equipo de profesionales (Banco de Seguros, Caja de Jubilaciones, etc.).


Ver además:

Arana, M., y Garabelli, L. Arquitectura renovadora en Montevideo 1915-1940. Montevideo: Fundación de Cultura Universitaria, IHA, Facultad de Arquitectura, 1991.

IMM, Facultad de Arquitectura. Guía Arquitectónica y Urbanística de Montevideo. Montevideo: Intendencia Municipal de Montevideo. Facultad de Arquitectura, Universidad de la República. Junta de Andalucía, 2008.

Lenzi Batto, S. La obra de los arquitectos Beltrán Arbeleche y Miguel Ángel Canale en los años 1930 y 1940. Trabajos tutelados. Doctorado Conjunto, Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, Universidad Politécnica de Madrid, Montevideo: Facultad de Arquitectura, UdelaR, 2004.

Rey, W. Arquitectura moderna en Montevideo (1920-1960). Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2012.