Tomado de: Nudelman, J., Gatti, P., Rimbaud, T. Justino Serralta - Carlos Clémot. Montevideo: IHA, Facultad de Arquitectura, 2015.
Edificio de viviendas en propiedad horizontal, con un local de ventas para un comerciante de paños. El edificio consta de subsuelo de depósitos (de las viviendas y el comercio), el local comercial en planta baja, la portería en el nivel uno y medio (a la que se accede por el descanso de la escalera), y un total de once viviendas, cinco tipos diferentes de diez semi-dúplex de dos y tres dormitorios, más uno de tres dormitorios de una sola planta en el nivel uno.
El local comercial y el subsuelo ocupan todo el predio, dejando solamente una fina ventilación sobre la medianera posterior. El volumen se retrae dejando un patio de aire y luz posterior para las viviendas. En el nivel nueve se resuelve el galibo obligatorio del remate con una terraza privada de la unidad tipo D.
La opción por los pisos desfasados en medios niveles obliga a un cuidado especial del encastre de las escaleras. La del acceso principal sube medio nivel contra la medianera este y se continúa en dos ramas; cuando llega al nivel uno y medio se traslada al centro de la planta, conformado por otra escalera compensada; el ascensor queda entre ambas, y no llega al subsuelo. Además, en cada tipo semi-dúplex se incorpora una escalera lineal que resuelve el desnivel interno, superponiéndose unas sobre otras. En el local comercial una escalera de dos ramas comunica el depósito del subsuelo, el nivel general del comercio y el entrepiso en la cota +2,55 metros, bajo un techo inclinado que desafía la lógica del sistema.
La complejidad vertical se hace evidente en el corte transversal, necesario inclusive para explicar el proyecto jurídico del fraccionamiento de propiedad horizontal. Pero en fachada el ritmo horizontal estricto de las losas no muestra las diferencias tipológicas de los semi-dúplex, salvo por la sutil alternancia de las divisiones entre apartamentos en los pisos pares e impares. Además, la diferencia entre el balcón y la terraza de servicio no se pone en evidencia, dejando la división oculta por debajo de la baranda de hormigón y vidrio traslúcido. La imagen del edificio en su totalidad es sobria y racional, la fachada se trata con pocos materiales: vidrio armado, marcos de metal, y hormigón visto, aunque el encofrado perfecto en el que éste se ha vaciado apenas deja ver las vetas de la madera.
El interior del local comercial también fue diseñado por los arquitectos. Al fondo del local, y aprovechando el partido de los semi-pisos, se desafía la horizontalidad del edificio generando un techo inclinado que amplía el espacio con la iluminación cenital en su punto más alto. La reja de la tienda se esconde en el subsuelo para evitar la exhibición de cajones de persianas.
Esa no es la única resolución técnica particular; las complejas puertas TEN-TOR, de sección lenticular (patente de Serralta 1) giran suavemente cada vez que se requiere, los armarios empotrados funcionan hoy a la perfección, conservando incluso su barniz original. Los pisos de gres, los parqués, incluso los revestimientos de las cocinas y los baños así como la mayoría de los artefactos sanitarios son del momento de su construcción.
A pesar de la referencia directa de Justino Serralta a la experiencia de Marsella con Le Corbusier 2 , es posible vincular esta obra con derivados secundarios, como el proyecto no construido del Edificio Mauá de Óscar Niemeyer 3 , publicado en 1952 en un número de L’architecture d’aujourd’hui dedicado a Brasil. Ciertamente que el modelo de Niemeyer es, también, corbusieriano.
1 Serralta, J.: "Un aporte al prefabricado". En Revista CEDA s/n, pp. 1-5. Montevideo, junio de 1953.
2 Martínez, E. y Sprechmann, T.: "Encuesta: 1950- 1965. 15 años de arquitectura en el Uruguay";.Revista CEDA N° 29, pp. 11- 32. Montevideo, diciembre de 1965.
3 "Edifice d´habitation "Mauá" a Petrópolis". En: L´architecture d´aujourd´hui N° 42-43, pp. 116- 119. Paris, 1952.
Tomado de: AAVV. Guía Centro. Montevideo. Elarqa Tomo 2. Montevideo: Dos Puntos, 1995.
El arquitecto Justino Serralta, personalidad muy importante de la cultura arquitectónica nacional, fue uno de los discípulos colaboradores del estudio de Le Corbusier. En su práctica en Uruguay (antes de su traslado a Francia), desarrolla tanto como la docencia como en el ejercicio de la profesión, aquellos principios que rigieron la arquitectura renovadora de las primeras décadas del siglo.
El edificio Maspons constituye en su impornta un digno ejemplo de esta línea de trabajo, y propone para esta zona del centro –próxima a la Ciudad Vieja– un concepto urbano diferente.
Con una clara organización de los espacios y planteo estructural simple y racional, la planta responde a la misma concepción que anima toda la composición. La imagen, resultante de la combinación de líneas y planos ortogonales, es de gran claridad a la vez que sencillez. La utilización de elementos vidriados en los balcones –material conceptualmente vinculado a la arquitectura renovadora por el énfasis que ésta hace de la luzV otorga un rasgo de peculiaridad a la construcción.
Ver además:
Arana, M., y Garabelli, L. Arquitectura renovadora en Montevideo 1915-1940. Montevideo: Fundación de Cultura Universitaria, IHA, Facultad de Arquitectura, 1991.
Artucio, L. Montevideo y la arquitectura moderna. Nº 14. Montevideo: Nuestra Tierra, 1971.
Boronat, Y.; Baldoira, C. El edificio de apartamentos en altura. Montevideo: IHA, 2009.
IHA. Modernos. Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2015. Disponible en https://issuu.com/iha.fadu/docs/modernos-set-2015
Nudelman, J. Tres visitantes en París. Los colaboradores uruguayos de Le Corbusier. Montevideo: Biblioteca Plural. CSIC. Facultad de Arquitectura, UdelaR. 2014.
Rey, W. Arquitectura moderna en Montevideo (1920-1960). Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2012.