Barcelona es una ciudad que suele hacer gran uso de los espacios exteriores, por esta razón se pensó al edificio como generador e integrador de dicho espacio. Para esto se organizan horizontalmente y en forma triangular varias funciones, auditorio, áreas de exposición, espacios de vestíbulo, áreas de administración y restaurante. Debajo del edificio se genera un espacio publico híbrido, una serie de patios y plataformas que establecen las relaciones entre el nivel de la calle y el edificio, nuevas visiones y juegos de luces.
Se incluyen las unidades de programa adicionales, mercado abierto con una gran fuente, lugar para la relajación y la meditación en torno a un patio con agua, capilla íntima, un bar, un quiosco y otras instalaciones sencillas que complementan el centro de conferencias y exposiciones.
El resto del recinto lo ocupa una explanada que cubre parcialmente la depuradora, como en sus escalinatas, miradores y umbráculos, diseñada por Torres y Martínez Lapeña, incluyendo la escultórica bandeja inclinada de la pérgola fotovoltaica que remata el conjunto al borde del mar, un puerto deportivo, el parque de los Auditorios, construido por Alejandro Zaera que une la explanada con el área de bañistas y modela dos graderíos para espectáculos al aire libre y el parque de la Paz, ejecutado por Abalos y Herreros entre el puerto y la nueva playa, al pie de la central térmica existente.