Tate Modern Extension

Herzog & De Meuron

La ampliación de la Tate es consecuencia del éxito que ha tenido la reconversión de la vieja central eléctrica a tal punto que es uno de los museos más visitados, lo cual ha modificado por completo la manera en que se vive la cultura en la Ciudad.

Esto ha motivado que se pensara en su expansión.

En el año 2005 se realiza un concurso para las nuevas instalaciones y los arquitectos proyectan un edificio que tiene el reto de conectar el norte con el sur.

Mientras que el edificio primario mira al norte y reciben al visitante desde el Támesis, se concibe una torre que genera un nuevo acceso desde el sur y por lo tanto estructura un eje que conecta las dos direcciones.

En un principio se había proyectado una torre con forma de Zigurat pero con prismas incrustados de cristal que fueron bastante rechazados y generaron cierta controversia, por lo que se modifico el diseño en una torre geométricamente similar pero más integrada al edificio preexistente.

La torre de diez pisos y 65 m de altura se erige por encima de la vieja central eléctrica sin competir con su icónica chimenea, pero con el cometido de tener visibilidad desde el rio. Su geometría que parece como si a una torre de base rectangular se la hubiese rotado creando muros quebrados e inclinados, integrándose en el entorno urbano de manera notable.

El tratamiento de la piel siempre de forma sutil por parte de los arquitectos toma al ladrillo protagonista del edificio original y reelabora el aparejo para darnos una gama de tramas y texturas que a su vez cambian con la inclinación de las paredes. El ahorro energético vuelve a estar presente en el concepto de esta piel.

El tratamiento de la piel además es un contrapunto al edificio original de tal forma que dialoga con él potenciándose mutuamente, mientras que lo preexistente tiene líneas predominantemente verticales en un cuerpo sobre todo horizontal el nuevo edificio es más bien de rajas horizontales en una torre vertical, estas rajas están dispuestas de marea tal que articulan ambos volúmenes de forma majestuosa. A su vez la  piel envuelve a una estructura de rajas que no necesariamente coinciden con la piel dando así una variedad de filtros donde aparecen aberturas y muros calados de ladrillo que se perciben diferente desde afuera o desde adentro. En palabras de los autores el ladrillo se transforma en un velo que envuelve al esqueleto de hormigón.

La nueva torre hace visible a la galería en el horizonte de la ciudad permitiendo orientarnos en ella y convirtiendo al edificio en un punto de referencia.

El edificio se asienta en los viejos tanques de combustible que sirven como cimiento para el mismo pero también definen el espacio exterior de acceso, creando una plaza en forma de trébol.

Las circulaciones interiores adquieren un dinamismo tal que el recorrido fluye verticalmente a través de ellas.

El nuevo edificio pretende establecer nuevos estándares en lo que se refiere a la manera de exponer en un museo duplicando la superficie inicial de la central electrica.


Reseña: arq. Juan Pablo Portillo, 2018.

https://www.herzogdemeuron.com/index/projects/complete-works/251-275/263-the-tate-modern-project.html

https://es.wikiarquitectura.com/edificio/tate-modern/