Tomado de: Rey, William, Barriola, N., y Mendizabal, M. Tu Patrimonio. Montevideo: Editorial bDP, 2011, 113-114.
Invitado por José Batlle y Ordóñez, en 1908 Veltroni llega a Uruguay con un diploma obtenido en la Real Academia de Bellas Artes de Florencia. A su llegada emprende obras relevantes como el diseño del Parque Capurro (1910) -en coautoría con Julio Knab- y el Palacio de Oficinas Públicas en Salto (1912), participando en el concurso del Palacio de Gobierno en un llamado que reúne a grandes técnicos (Víctor Rabú, José Carré, Jacobo Vázquez, Humberto Pittamiglio) por iniciativa presidencial. En este marco surge el proyecto para el Mercado Municipal de Artigas: un sólido pabellón de estructura simétrica y líneas muy claras, animado por algunos motivos ornamentales de inspiración clásica y también Liberty.
El volumen se eleva exento en el predio. Se define a partir de un espacio central de doble altura flanqueado por crujías más bajas, lo que genera un balconeo longitudinal. Todo está compuesto en base a un riguroso criterio axial: dos ejes cartesianos definen planta y fachadas, de modo que cada cuadrante da cuenta de la composición general. Los accesos marcan el centro en los planos laterales, con diseño curvilíneo y tímpano sobre el umbral. Un esquema que se repite de otro modo y con otras proporciones en los testeros, donde la techumbre a dos aguas corona el gran vano semicircular. El buñado del plano es la base de todo, lo que asegura al conjunto unidad y continuidad. Sobre esta base juegan los vanos, la balaustrada y el sutil manejo ornamental, que anima un volumen potente y sobrio en general.
Concebido como mercado de frutos hacia el final de la década de 1910, el edificio ha sido reciclado por ANEP y hoy funciona como centro de formación profesional. En su nueva versión incluye algunas aulas, salón de actos y talleres para la enseñanza del tallado en cuero y piedras preciosas. Se trata de un giro reciente que muestra la nobleza del edificio y su gran versatiliad.
Esta obra puede entenderse como expresión de una política ordenadora e higienista que afectó también la salubridad y el abastecimiento de alimentos a la población. Distintas ciudades del interior se harán de instalaciones con tal destino específico -en general ubicadas en áreas centrales- durante las dos primeras décadas del siglo XX. La obra de Veltroni es, con seguridad, el mejor exponente de todas ellas.
Ver además:
Bona, Antonio, & Domingo Gallo. Veltroni. El arquitecto. Montevideo: BROU.
Bona, Antonio, & Domingo Gallo. Imágenes de Juan Veltroni. Un arquitecto florentino en el Uruguay del 1900. Montevideo: Instituto Italiano di Cultura, 2005.