Tomado de: AAVV. Teatro Macció rescate de un escenario patrimonial. Montevideo: 2010. p. 10-33.
UN FARO TENAZ / Las luces del teatro
El Teatro Macció es una pieza emblemática de la ciudad maragata, y una de las más célebres salas nacionales. Con casi cien años de historia, ha tenido una vida accidentada en la que alternan momentos de esplendor y declive, y ha sido objeto de dos restauraciones diversas en tenor y alcance.
(...)
El edificio / análisis crítico
El edificio proyectado por Tosi abreva en el eclecticismo historicista de filiación italiana, pero incorpora también elementos de neto corte modernista. Y la apuesta no es menor, dado que implica conjugar en una misma obra dos tendencias entonces en conflicto: la tradición académica y el pulso renovador emergente en el cambio de siglo. Se trata, sin embargo, de una fórmula utilizada por el arquitecto en otras obras de su autoría, en una etapa de su actividad signada por la combinación de renovación y academicismo. Una suerte de dualismo lingüístico que define el talante singular de la propuesta y la caracteriza.
Sobre esta base, el edificio adopta una disposición axial que a primera vista se verifica en su alzado y su planimetría. La propuesta se ordena en torno al eje dado por el acceso principal, que rige la composición de la fachada sobre la plaza y la estructura del espacio interno. Sin embargo, esta simetría no se confirma del todo y funciona casi como una intención general, como una apuesta ilusoria: la buscada axialidad, propia de una situación urbana entre medianeras, se ve desmentida por la presencia jerárquica de la esquina, que disuelve toda equivalencia a uno y otro lado del eje ficticio.
Esto da como resultado algunas “distorsiones” que diluyen o ablandan la simetría, como la distinción jerárquica entre los accesos laterales de la fachada principal —uno de ellos ubicado sobre la esquina—, o el aspecto diverso que exhiben, al interior, el plano luminoso de la fachada lateral y la medianera oscura —donde se apoyan algunos servicios—.
Espacio interior
El espacio interno se organiza en subsuelo, planta baja y dos niveles superiores. Y se estructura, de frente a fondo, en tres sectores diferenciados: el sector de acceso, el espacio estricto de la sala y el sector destinado al escenario y camerinos.
El primero reúne en planta baja el área de recepción y una oficina de turismo en la esquina, aunque más tarde albergará algunos otros locales comerciales. Las salas de exposiciones y conferencias (Eduardo Carbajal y Rafael Sienra, respectivamente) ocupan también este tramo frontal, pero en los niveles más altos.
La sala se concibe en forma de herradura, de acuerdo a la tradición del teatro italiano.13 De agradable escala, ha sido elogiada por sus proporciones, su ajustado diseño y su excelencia acústica, que se ha mantenido incólume durante casi cien años. Cuenta con platea a nivel de planta baja y dos anillos sobre-elevados. Decorada por artistas milaneses14, exhibe una paleta cromática habitual en programas de este tipo —bordeaux, marfil y dorado— y recibe iluminación cenital desde la célebre luminaria de cristal de Murano. También es italiano el famoso telón de felpa que anuncia la presencia del escenario. Este último sector reúne también camarines, depósitos y otros servicios asociados a la escena.
Aspecto exterior
Esta disposición se traduce al exterior en una pieza sobria y contundente, que junto a otros edificios relevantes destaca en el marco edilicio de la plaza.
El volumen ocupa toda la esquina y cierra el borde de la manzana, con una imagen robusta dada por el tratamiento buñado de las fachadas. Éstas resultan diversas en su diseño y jerarquía: la fachada principal, dispuesta sobre la plaza, presenta la citada ordenación axial y concentra los aspectos representativos del edificio; la fachada lateral, más extensa, resulta mucho más despojada y sencilla. El encuentro entre ambas se resuelve tras la inflexión que impone la esquina: de algún modo, la fachada principal gira y se prolonga hasta el punto que marca el fin del sector de acceso y el inicio de la sala. A partir de allí la altura general disminuye, y el plano adopta una imagen más sobria signada por el ritmo que imponen los pequeños vanos, muy rectos, y los accesos de servicio. En este sentido, es notorio el contraste entre la imagen frontal y la imagen lateral del edificio: de un lado el plano imponente, resuelto simétricamente y pleno de referencias simbólicas; del otro el plano extenso, casi desnudo, configurado en base a la sucesión de elementos repetitivos.
En términos generales, la composición recoge además la clásica estructura tripartita —al margen de la citada axialidad “inconclusa”—, con un basamento asociado al uso comercial y un remate que reúne gran parte de los recursos decorativos. En medio, el plano se organiza a partir de dos hileras de vanos que aligeran el muro y aportan —en su diseño, balcones y dinteles— un aire modernista al conjunto. Esta inspiración de filiación art nouveau se aprecia empero en toda la ornamentación del edificio, concentrada sobre todo en el cuerpo central que marca el acceso y oficia como eje de simetría. En general, la iconografía empleada combina evocaciones florales y vegetales con algunas citas más precisas, como los medallones que enmarcan el rostro de algunas figuras notables y los querubines que ocupan el tímpano creado por la elevación central de la cornisa.15
Así definido, el edificio es una obra singular, valorable en términos arquitectónicos, culturales e históricos. Se impone entonces como una pieza que debe ser preservada con vida, en virtud de su arraigo cultural y su calidad edilicia. Una pieza que articula con éxito los términos del clásico par venustas/vetustas, binomio habitualmente aplicado a la definición del repertorio patrimonial en el campo del arte y la arquitectura.
Laura Alemán
13 La capacidad de la sala da espacio a más de un millar de personas, tomando en cuenta platea, anillos y palcos.
14 La decoración se concentra en el cielorraso y el frente de balcones y palcos. Los citados artistas son Broggi, Boni y Zamperoni, con quienes colaboran los pintores Carottini, Durán y otros.
15 Según algunas fuentes, la idea inicial era coronar el edificio con una obra del escultor O´Neill, lo que no pudo concretarse por razones constructivas. La misma fue luego donada por Rafael Sienra a Lorenzo Vicens Thievent, entonces intendente de San José, quien dispuso ubicarla en el Parque Dieciocho de Julio (actual Parque Rodó), iniciativa que se frustra debido al daño que la escultura sufre al ser retirada del propio teatro, donde había sido moldeada.
MHN Extracto de Res. Nro. 1239/984
(…) Visto: el planteamiento formulado por la Comisión del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Nación en el sentido de que sea declarado Monumento Histórico el Teatro Bartolomé Macció de la ciudad de San José.
Considerando: que el referido inmueble, además de estar asociado a la tradición cultural de nuestro país, reviste valores arquitectónicos que justifican su conservación en carácter de Monumento Histórico.
(…) El Presidente de la República RESUELVE: Declárase Monumento Histórico el Teatro Bartolomé Macció, ubicado en las calles 18 de Julio y 25 de Mayo de la ciudad de San José, 1ª Sección Judicial del Departamento, Padrón urbano Nº 644, Manzana 88.
(…) Dicho inmueble quedará afectado por las siguientes servidumbres.
A) Prohibición de realizar cualquier modificación arquitectónica que altere las líneas, el carácter o la finalidad del edificio.
B) Obligación de proveer a la conservación del inmueble y de efectuar las reparaciones para ese fin;
C) Obligación de permitir las inspecciones que disponga la Comisión del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Nación a los fines de comprobar el estado de conservación del bien.
(…)
Ver además:
Rey, W., Barriola, N., y Mendizabal, M. Tu Patrimonio. Montevideo: Editorial bDP, 2011. P. 66-64.
Lucchini, A. El concepto de arquitectura y su traducción a formas en el territorio que hoy pertenece a la República Oriental del Uruguay. Libro Primero. Montevideo: UdelaR, 1986.
Giuria, J. La arquitectura en el Uruguay. Tomo I. Montevideo: Imprenta Universal, 1955.