Vivienda y Estudio Abelar

Ildefonso Aroztegui
  • Dirección: SARAVIA, GRAL. APARICIO 817
  • Fechas inicio-fin: 1954-1955
  • Programas: ESTUDIO, Vivienda Unifamiliar

Tomado de: Medero, S., Salmentón, J., Cesio, L. Ildefonso ArozteguiMontevideo: IHA, Facultad de Arquitectura, 2014. p. 42.

El volumen ocupa un terreno entre medianeras con frente orientado al Este, de acuerdo a un esquema que dispone en la planta baja el espacio propio de la vivienda y el estudio en la planta alta, con accesos independientes. Con una lógica recurrente en Aroztegui, se retira de la línea de edificación y se levanta respecto a la calle. En el retiro, un juego neoplasticista de planos horizontales y verticales, enmarcado por la cubierta superior horizontal y las medianeras, produce la rotura de la caja y oficia de filtro entre lo público y lo privado. Una operación que se vincula a la morfología predominante y otorga intimidad a la casa, dosificando la exposición de la vida doméstica.

La fachada adquiere espesor y profundidad dinámica. De impronta horizontal, presenta combinación de materiales y fulget de distintos tonos, juego de luces y sombras y una escalera cuyo juego espacial y estructural se convierte en elemento protagónico del retiro, con una voluntad formal que el arquitecto ensaya también en el interior del Club Nacional de Football.

Una resolución estructural simple, con tres pilares circulares en el eje del predio, libera las plantas y las fachadas. Esto permite incorporar grandes planos vidriados de pared a pared y de piso a techo, y organizar el programa con espacios funcionalmente determinados pero interconectados con el adentro y el afuera.

La planta baja se organiza en forma de L con un mínimo de circulaciones. Un amplio living-comedor “pasante”, totalmente abierto hacia el frente y el fondo, y un estar más íntimo con estufa a leña y vistas hacia el jardín, conforman los ambientes de relación, en medio de un vínculo calle-interior- jardín de magnífica fluidez espacial. Los dormitorios se vinculan con el jardín posterior, como corresponde a la parte más íntima de la vivienda. Como señala Laura Alemán, “[E]n esta “máquina de habitar” hay una pieza protagónica: el living o sala de estar, espacio emblemático de la familia nuclear.

Es el centro en torno al que gravita la casa, el símbolo de esa forma de habitar signada por la transparencia, el control y la visibilidad.” 1 La planta alta alberga el estudio y los servicios de la vivienda. Mientras que este sector se cierra al exterior generando los planos opacos de las fachadas, los ambientes de trabajo son totalmente transparentes y extienden la experiencia visual mediante la incorporación del espacio exterior. Esto se ve mediatizado por la anexión de parasoles verticales en la vidriera oeste, que mira al jardín de la casa, lo que asegura la intimidad de la vida familiar y controla climáticamente la fachada.

La atención al recorrido del sol en la organización funcional de la casa mandato moderno- se complementa con el control climático mediante operaciones propias de la arquitectura: incorporación de pérgolas en el frente y en el estar, atendiendo a las orientaciones este y norte, y parasoles verticales al oeste, atemperando la deficiencia térmica que conllevan los planos totalmente vidriados.

La concepción proyectual muestra una vocación funcionalista que asegura la correspondencia entre cada espacio y su rol. Revela además una búsqueda de eficiencia en el control de cada una de las partes pero con gran sentido unitario, característica de la obra de Aroztegui y, en general, de la casa moderna de los años cincuenta.

1 Alemán, Laura: Bajo Clave. Notas sobre el espacio doméstico, pág. 69. Montevideo, 2006.

Ver además:

AAVV. Revista de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Nº 14. Montevideo: 2016

IHA. Modernos. Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2015. Disponible en https://issuu.com/iha.fadu/docs/modernos-set-2015