El Estadio Nacional de Beijing se ubica en China al Norte de Beijing y es parte del complejo olímpico diseñado para los Juegos Olímpicos 2008. Para la creación de esta obra los arquitectos contaron con la participación de ArupSport y China Architecture Design & Research Group y con la colaboración en el diseño del artista contemporáneo Ai Weiwei quien es reconocido por sus críticas al gobierno chino. Con esta creación los arquitectos pretendieron que el estadio fuese funcional una vez culminados los Juegos Olímpicos 2008 y se conviertiese en un espacio público que aporte calidad de vida a los habitantes y un valor extra a la ciudad. El concepto principal toma idea de los patrones de las cerámicas chinas y la forma pretende representar el cielo. Si bien esta fue la idea inicial los arquitectos tomaron como propio el reconocimiento que hicieron los chinos que en las primeras instancias de la construcción lo apodaron “nido de pájaros”. Los analistas locales asocian el edificio con el mítico Nido de Dragón, símbolo asociado con la buena fortuna y donde la energía del entorno llega a un pleno equilibrio natural. El estadio se compone de un bloque de hormigón con estructura tradicional, una envolvente que es fachada y estructura a la vez y un espacio intermedio generado por los componentes anteriores que es de gran importancia en el proyecto. El bloque de hormigón tiene siete pisos, dos de ellos subterráneos y cuenta con tres millones de metros cúbicos. Los niveles son divididos por las articulaciones que también son parte del diseño. Este espacio comprende las gradas y servicios, tanto para los atletas como para los visitantes. Cada uno de los servicios funciona como una unidad en sí, es decir son espacios cerrados, lo que permite que la cubierta y la fachada no necesariamente tengan que ser totalmente cerradas.
La fachada es generada por la estructura, llamada por el propio estudio de arquitectos como una “maraña caótica de soportes, vigas y escaleras, casi como un bosque artificial” lo que genera un plano con grandes vanos que permiten la ventilación e iluminación natural del estadio. Entre el gran bloque rojo y la fachada se origina un espacio que se encuentra muy conectado con el objetivo final del estadio más allá de albergar los Juegos Olímpicos 2008. El ambiente que rodea el interior del estadio es parte del espacio público formado por la estructura.
Extraído de: Estadio Olímpico Nacional de Beijing Por Bach. Sofia Martino. En el marco del curso Claves Operativas del Viaje de Arquitectura, Año 2014. Disponible en: http://www.fadu.edu.uy/viaje2015/articulos-estudiantiles/estadio-olimpico-nacional-de-beijing/