El proyecto consta de tres piezas que se arman escalonadamente según la altura en la ladera de la colina.
La primera es un bloque de 17 metros de altura, con una planta cuadrada de 10,8 metros de lado; la segunda pieza, la residencia, es de menor altura y tiene una planta cuadrada de 21,6 metros de lado; y, la última es un anfiteatro al aire libre de 30 metros de diámetro. La segunda pieza se ha proyectado en un ángulo de 45 grados respecto a la primera.
Los intersticios entre los volúmenes forman zonas de resguardo que complementan los lugares abiertos o de amplias vistas. En un flanco de la edificación se encuentran las escaleras, que se adaptan a la topografía del terreno, y en el otro un lago artificial. En la parte superior de la pieza más alta se ha instalado un observatorio astronómico; este elemento además cuenta con una sala de reuniones, una biblioteca y una sala de juegos. En la pieza menor se dispone el dormitorio, con una capacidad para 100 camas; y entre ambas piezas se construye el restaurante.
Debajo del lago artificial hay una piscina desde donde se puede disfrutar de una magnífica vista del lugar a través de la cortina de agua que, en forma de cascada, cae sobre ella.
“La rampa pretende hacer la aproximación al edificio dramática para los niños, de forma que al subir por ella descubran diferentes vistas de los bellos lagos y colinas que rodean la zona.” TA La obra posee cierta alusión a un castillo sobre la ladera de la colina, con el observatorio a modo de remate de la “torre”.
De la misma manera que en el Museo de los Niños, se pueden ver aplicadas ideas referentes al objeto, recorrido y visuales.