Es el principal templo del Ninnaji Shingon, la secta más antigua del budismo tántrico en Japón, fundada en el año 815.
El conocido “Templo del Agua” es una obra poética que se plantea como un gesto “desaparecido” en el paisaje. Se trata de un conjunto constituido por un estanque de agua gigante con flores de loto, debajo y dentro del cual se encuentra el templo.
Su aprehensión es un ritual, un proceso de tres etapas: un recorrido de purificación por un largo sendero donde sólo se visualizan un par de muros, a manera de restos de una civilización anterior; la transición en el descenso hacia la muerte de la cual se renace como un despertar en la llegada a la sala; al igual que el ciclo de las cosechas del ámbito agrícola budista.
La planta de la sala que combina las figuras del cuadrado y el círculo retoma las formas del mandala. Su color rojizo busca intensificar la luz de la abertura ubicada hacia el atardecer.