Este solar anteriormente estaba ocupado por un centro social, con árboles a preservar. Producto de un concurso, la propuesta de Toyo Ito cuenta con dos auditorios, el principal (con capacidad para 1.800 localidades) responde al requerimiento de un espacio de calidad en el que celebrar actuaciones de ópera y teatro. El otro es un espacio de menor escala de uso cotidiano para múltiples actividades de los ciudadanos. La imagen del conjunto fue concebida apelando a procesos artesanales, se utilizó un material que se llama GRC: cemento prefabricado con fibra de vidrio.
Como dicho material tiene buenas afinidades con el vidrio, este último, fabricado a mano, se podía incrustar en el panel. De esta manera se consigue una luminosidad singular en el interior y a la noche una constelación de luces flota en el paisaje. La arquitectura de Toyo Ito está al servicio de la tecnología de punta; es ante todo, una arquitectura de expresión orgánica, con una interesante estética, pues (como él mismo dice) se trata de una protesta contra la depravada arquitectura moderna.