Fue el primer encargo significativo de Louis Kahn y su primera obra maestra arquitectónica. Los historiadores Kenneth Frampton y Vincent Scully consideran este trabajo la respuesta de Kahn al deseo de un nuevo espíritu clásico, de un nuevo monumentalismo.
La Galería de Arte de Yale se funda en una sutil transposición de la estética miesiana tardía. En esta obra Khan creó una especie de espacio post miesiano, que ya no dependía de la manifestación de estructura como marco, sino mas bien de la manipulación de la superficie como agente definitivo para la revelación de la luz, espacio y soporte. El espacio de la galería de arte está fuertemente determinado por la impronta geométrica del encasetonado triangular de hormigón de sus losas.
El edificio es un alto volumen paralelepípedo que en continuidad con el volumen de la antigua galería cierra la manzana preservando un patio ajardinado. La fachada de ladrillo a la Chapel Street, ciega y dividida horizontalmente por estrechas bandas de piedra caliza, es el elemento principal de su imagen exterior, contrastando con los alzados acristalados. El principal volumen ortogonal esta articulado interiormente por una forma cilíndrica que aloja elementos de servicio primario: la escalera principal de acceso a la galería (Khan elaboró la noción del cilindro como el servidor y el rectángulo como el servido, en la dialéctica de una teoría arquitectónica general).