El Puerto Antiguo, una vez abandonada su originaria función de puerto comercial, se ha convertido en el núcleo de la vida cultural, social y lúdica de la ciudad.
Genoveses y turistas bajan hasta aquí para entrar en las tiendas que ofrecen casi de todo, para asistir a los espectáculos de verano, para sentarse en los bares y restaurantes de cocina genovesa e internacional distribuidos entre los Almacenes del Algodón, la Marina del Puerto Antiguo y el cercano e histórico barrio del Molo.
Tras la primera reestructuración realizada con ocasión de las celebraciones Colombinas de 1992, le ha sido encargada a Renzo Piano la tarea de completar la obra de renovación, reconstruyendo la estrecha relación entre la ciudad y su mar.
Entre las intervenciones realizadas se encuentran: L’Acquario; 'La bolla', una esfera de vidrio con estructura metálica que reconstruye un ambiente tropical a través de un sistema computarizado, con varias especies vegetales y animales; 'Il Bigo', una estructura tensada con una cubierta de lona que funciona como la plaza de fiestas, y hacia un extremo posee un ascensor panorámico.
A través de estas intervenciones y la intensa actividad que generan, el puerto se ha ido convirtiendo en un verdadero ícono de la ciudad.