Este proyecto tiene como objetivo hacer uso de las piedras disponibles para construir un nuevo edificio resignificando su función y adaptando su forma. Originalmente era un Monasterio, dando lugar al nuevo programa hotelero.
En el proceso de conversión de ello en un hotel, uno de los arquitectos más estimados de Portugal, Eduardo Souto de Moura. Para él, las ruinas eran más importantes que el Monasterio real ya que ellos representaron el material que podría ser manipulado al efecto más provocativo, tal como el edificio en sí mismo había sido en todo el curso de historia.
Durante el proceso de diseño, se buscó una lucidez entre la forma y el programa. Ante dos caminos posibles, se optó por rechazar la consolidación pura y simple de la ruina por el bien de la contemplación, optando en su lugar por la introducción de nuevos materiales, usos, formas y funciones