.El proyecto que se le encargó a Toyo Ito consistió en la remodelación de la fachada y el revestimiento de las paredes interiores de un patio interior, correspondiente a un antiguo edificio de oficinas. El arquitecto diseñó a tales efectos una fachada de formas ondulantes simulando el movimiento de las olas marinas en homenaje al maestro Antoni Gaudí, rompe con el clasicismo de los edificios colindantes y llama la atención.
Esta fachada orgánica confeccionada mediante paneles de chapa de hierro de ocho milímetros de espesor, cortados de forma irregular que abraza un cerramiento de fachada vidriada consigue, además de imitar el movimiento característico y ondulante de las olas del mar ofrecer una gran transparencia y luminosidad para los huéspedes que se encuentren en el interior de cada suite.
La tonalidad nacarada de las piezas irregulares de la fachada hacen que cambie de color a lo largo de todo el día. La ligereza de la estructura que sostiene la fachada se pone aquí también de manifiesto como sello indiscutible de este prestigioso arquitecto en la mayor parte de sus obras. No obstante, para el patio de luces Toyo Ito empleó un vidrio especial, cuya particularidad radica en que posee un ligero efecto óptico de oscilación. En el edificio se distribuyen 42 suites de lujo en las que se pueden encontrar apartamentos que oscilan entre los 70 y los 120 m2.