El diseño exterior logra una combinación entre fuerza y gracia. El ornamento es especialmente interesante en su base en donde la potencia y rusticidad de los muros contrasta con la superficie pulida de las columnas y la fragilidad de los paños vidriados . Pero es el interior el que nos reserva la mayor sorpresa. El edificio se desarrolla en torno a un magnífico espacio interior luminoso, que ocupa los dos primeros pisos. Este lobby fue reproyectado 17 años después por Frank Lloyd Wright en 1905 en una operación de cambio de estilo. Es muy interesante evaluar la confrontación de la expresión original y la propuesta por Wright tanto en el conjunto como en la resolución del detalle.