Colegio y Liceo La Mennais

Justino Serralta, Carlos Clémot, Eladio Dieste
  • Dirección: ACQUISTAPACE, ING. J. 1701
  • Fechas inicio-fin: 1958-1971
  • Programas: CENTRO DE EDUCACIÓN INICIAL, CENTRO DE EDUCACIÓN PRIMARIA, CENTRO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA
  • Sitio web: http://www.lamennais.edu.uy
  • Información útil: AUTORES: Ings. Dieste y Montañez.

Tomado de:  Nudelman, J., Gatti, P., Rimbaud, T. Justino Serralta - Carlos Clémot. Montevideo: IHA, Facultad de Arquitectura, 2015. p. 68-71.

Se trata de un colegio religioso, y el encargo viene por Eladio Dieste, presidente entonces de la Asociación de Padres de Alumnos.

El primer anteproyecto es de abril de 1958, y la iconografía era corbusieriana.

La fachada oeste, al Parque Baroffio, es un testero con pocas perforaciones buscando el centro de gravedad, y una plataforma de acceso en el primer piso que será proyectada como acceso principal, a la cual se accede por una rampa y una escalera enfrentadas.

La fachada norte se organiza en una grilla homogénea de pilares y losas; sobre éstas,  grandes jardineras de setenta centímetros de altura, que permiten la vista desde los pupitres apenas filtrada por las plantas. Es un “brise-soleil” que protege del sol directo y de los reflejos que podrían producirse en el plano superior.

La fachada sur tiene mala orientación y además mira a un espacio bastante marginal. Aún así, la arquitectura surge del muro de contención y algunos planos transversales, y su ventaneo expresa honestidad constructiva y funcional.

La fachada este, a la calle Otelo, se dibuja también sin pretensiones compositivas: un muro ciego del bloque de aulas y una puerta. El puente es un agregado posterior para resolver la entrada por un espacio urbanizado, ya que el acceso por el Parque Baroffio es hasta hoy, inviable.

La planta admite su vocación de doble crujía con circulación central para todo el bloque, que toma la imagen compacta que luce hoy.

El proyecto es complejo, convirtiéndose ese prisma neto en un espacio interior de abundantes sugerencias a pesar de su aparente esquematismo. Hay dos posibilidades de ingreso en niveles diferentes. Por el nivel inferior también se produce la salida al gran patio.

Todos los espacios interiores de esta gran nave son, al mismo tiempo, esquemáticos y ricos. Los pasillos son anchos y rectos, su sección perfectamente proporcionada, iluminados a través de las aulas.

La escalera principal, de ancho extraordinario (cuatro metros cada rama) toma un carácter inesperadamente social. Desarrollada en dos tramos, se ilumina suavemente por el sur. Remata con una escalera al observatorio astronómico, de la mitad de ancho, que vuela sobre el gran espacio del descanso de la principal; este es uno de los espacios más interesantes de su arquitectura.

En la última planta está la residencia de los hermanos menesianos, que ocupa la mitad de la planta; tiene veintiún dormitorios, baños comunes, una sala de reunión y otra de estudio con un pequeño anexo para juegos, la terraza-jardín y el oratorio.

El espacio de meditación está techado con dos bóvedas de cerámica armada enfrentadas, de sección troncocónica, bastante rebajadas.

Tienen diferente tamaño, lo que hace que en su encuentro se produzca un luneto muy fino. Es una pieza con específico sentido espacial y escultórico. Un estrecho lucernario –una hendidura de exactos veintiséis centímetros por toda la medida del muro (5,49  metros) – baña de luz el muro del fondo de esta nave mínima, mientras el luneto ilumina el altar. Los asistentes a la ceremonia quedan a la sombra de la bóveda principal.

En la azotea, las bóvedas del oratorio, un tanque de agua con forma de cruz y el hemisferio del observatorio, construyen una geografía que podemos asociar con la topográfica azotea de Marsella.

De 1970 es la escalinata que desciende al patio desde la calle Otelo, bajo la cual hay depósitos de bicicletas y vestuarios. El edificio termina por tener tres entradas distintas, integrando los espacios exteriores entre los lejanos niveles de la calle, y aquellos del parque, todavía una cañada apenas urbanizada, que espera para convertirse en el acceso principal del colegio.

Ver además:

Artucio, L. Montevideo y la arquitectura moderna. Nº 14. Montevideo: Nuestra Tierra, 1971.

AAVV. Edificios educacionales. Formas de enseñar. Elarqa Nº 17. Montevideo: Dos Puntos, 1996. p. 26-29.

IHA. Modernos. Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2015. Disponible en https://issuu.com/iha.fadu/docs/modernos-set-2015

IMM, Facultad de Arquitectura. Guía Arquitectónica y Urbanística de Montevideo. Montevideo: Intendencia Municipal de Montevideo. Facultad de Arquitectura, Universidad de la República. Junta de Andalucía, 2008.

Nudelman, J. Tres visitantes en París. Los colaboradores uruguayos de Le Corbusier. Tesis Doctoral. Universidad Politécnica de Madrid. Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, Madrid:2013.

Rey, W. Arquitectura moderna en Montevideo (1920-1960). Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2012.