La Selva de Irati es el segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa, después de la Selva Negra de Alemania. Una inmensa mancha verde de unas 17.000 hectáreas que se mantiene en estado casi virgen. Se encuentra situada en el Pirineo oriental navarro, en una cuenca rodeada por montañas, en la cabecera de los pirenaicos valles de Aezkoa y Salazar. 

La Selva de Irati es un tesoro natural con gran valor ecológico en el que conviven distintas figuras de protección como las reservas naturales de Mendilatz y Tristuibartea y la reserva integral de Lizardoia. 

Hay dos accesos para adentrarse en la Selva de Irati: por su costado occidental desde Orbaizeta y por el oriental desde Ochagavía, donde se encuentra además el Centro de Interpretación, un buen punto de partida para informarse de este enclave y su entorno. Incontables rincones perdidos en la espesura de los bosques o en los luminosos pastizales de las zonas altas sirven de refugio y hábitat a valiosas poblaciones de animales salvajes. Aves, como reyezuelos, pinzones, petirrojos, pito negros o dorsiblancos, especies acuáticas como las truchas y otras como zorros, jabalís, martas y corzos. Con el fin de preservar este enclave natural se han protegido tres zonas: las reservas naturales de Mendilatz y Tristuibartea y la reserva integral de Lizardoia. La reserva ratural de Mendilatz está situada en el monte del mismo nom- bre, en Orbaitzeta, y ocupa 119 hectáreas, a una altura de 1.100 metros. Se puede bordear a través de un sendero señalizado de escasa dificultad y 14 km, que parte de la Fábrica de Armas de Orbaizeta. La reserva natural de Tristuibartea se encuentra en la ladera norte del monte Petxuberro, en Hiriberri/ Villanueva de Aezkoa, a una altura de 940 metros. La reserva integral de Lizardoia en el monte La Cuestión, a una altura que oscila entre 850 y 1.125 metros, es el paraje de mayor interés ecológico de la Selva de Irati, con áreas de bosque virgen de hayas y abetos. Puede aproximarse a ella a través de un paseo de 7 km. de escasa dificultad conocido como la senda de Contrasario que arranca en la cola del embalse de Irabia. También puede bordear este remanso de agua siguiendo por un recorrido de 9 km. Pero además existe una red de senderos señalizados de distintos niveles de dificultad y extensiones que conducirá al visitante por otros rincones del bosque regalando espectáculos naturales en cada estación del año. El bosque nos invita a caminar por los senderos que rodean el embalse de Irabia, ascender hasta la estación megalítica de Azpegi o la torre romana Urkulu (1.438 m) y escuchar animales o el incesante murmullo del agua. Dispone de áreas de descanso y merenderos.