Entre las calles más animadas del Viejo Vilnius, destaca la calle Pilies, que comienza en la Plaza de Vilnius y recorre de norte a sur todo el centro histórico de la ciudad. Antiguo camino del castillo hacia Polonia y Rusia, ya con este nombre desde 1530, y por donde han pasado reyes, el propio Papa e importantes personalidades, convirtiéndose por ello en centro de nobles y burgueses, cuyas opulentas viviendas podemos aún ver, ahora sedes de galerías de arte y comercios de artesanía, con especial dedicación a los productos típicos de Lituania como el ambar, la madera, el lino o la orfebrería.
Este eje principal del centro histórico concluye en la única puerta de la muralla de la ciudad que queda en pie, donde se conserva la pintura de una virgen a la que se atribuyen poderes milagrosos y donde no es extraño ver a personas rezando en plena calle.
Fuente: Guía 2012