Remanso de paz y vegetación, la isla está considerada como uno de los más hermosos parques de la capital. Como balneario, la isla Margarita dispone de buenos equipos de balneoterapia. Entre las cosas de no debe dejar de ver: el Monumento del Centenario, los Baños Palatinus, las ruinas del convento donde vivió la princesa Margarita (hija de Bela IV y a la cual la isla debe su nombre), el paseo de los Artistas, la antigua arca de agua, el teatro al aire libre y la antigua fuente musical. A través del puente homónimo, se puede acceder a ella desde las zonas de Buda y de Pest.