Turquía

  • Capital: Ankara
  • Población: 74.885.000 habitantes
  • Superficie: 783.562,0 km2
  • Idiomas: Turco
  • Moneda: Lira Turca

01. INTRODUCCIÓN

La República de Turquía es un país soberano transcontinental ubicado a la vez en Asia y en Europa que se extiende por toda la península de Anatolia y Tracia en la zona de los Balcanes. Limita al noreste con Georgia, al este con Armenia, Irán y Azerbaiyán, al norte con el mar Negro, al noroeste con Bulgaria y Grecia, al oeste con el mar Egeo, al sur con Siria y el mar Mediterráneo y al sureste con Irak. La separación entre Anatolia y Tracia está formada por el mar de Mármara y los estrechos de Turquía (el Bósforo y los Dardanelos), que sirven para delimitar la frontera entre Asia y Europa, por lo que se considera a Turquía como un país transcontinental. 

Debido a su posición estratégica, ubicándose entre Europa y Asia así como entre tres mares, Turquía ha sido una encrucijada histórica entre las culturas y civilizaciones orientales y occidentales. Su territorio ha sido el hogar de varias grandes civilizaciones y el lugar en el que muchas batallas entre las mismas tuvieron lugar a lo largo de la historia. El país influye en la zona comprendida entre la Unión Europea en el oeste y Asia Central en el este, Rusia en el norte y Oriente Medio en el sur, por lo que ha adquirido paulatinamente una mayor importancia estratégica. 

Turquía es una república democrática, secular, unitaria y constitucional, cuyo sistema político fue establecido en 1923 bajo el liderazgo de Mustafa Kemal Atatürk, tras la caída del Imperio otomano como consecuencia de la Primera Guerra Mundial. Desde entonces, Turquía se ha relacionado cada vez más con Occidente a través de la afiliación a organizaciones como el Consejo de Europa (1949), la OTAN (1952), la OCDE (1961), la OSCE (1973) y el G-20 (1999). Turquía comenzó las negociaciones para la adhesión plena a la Unión Europea en 2005, después de haber sido miembro asociado desde 1963, y habiendo llegado a un acuerdo de unión aduanera en 1995. Mientras tanto, Turquía ha seguido fomentando estrechas relaciones políticas y económicas con el mundo islámico, especialmente con los estados de Oriente Medio, Asia Central y Asia Oriental. Por su ubicación estratégica es clasificada como potencia de ámbito regional por políticos y economistas de todo el mundo. 

Hace mucho tiempo que empezaron a florecer culturas en Anatolia (la parte de Turquía que está en Asia), y allí se fundó, hace unos 8000 años, la que ha sido reconocida como primera ‘ciudad’ de la historia, Çatalhöyük. Más tarde, los hititas crearon el primer imperio de Anatolia y gobernaron otros pueblos a la vez que repelían la llegada de griegos que intentaban colonizar las zonas costeras. Entre esas colonias estaba Troya, protagonista de La Ilíada de Homero. Entretanto, una retahíla de pueblos (licios, lidios y frigios entre otros) salía y entraba de la escena histórica. 

La llegada de los persas, provenientes del este, obligó a Alejandro Magno a perseguirlos de nuevo. Su Imperio no duró mucho más, pero aceleró la helenización de Anatolia y la creación de grandes riquezas gracias a las redes comerciales griegas. Los astutos romanos llegaron en el 190 a.C. para explotar el comercio y los recursos, y se quedaron para ver, y acosar, a las primeras comunidades cristianas. La cristiandad se extendió poco a poco hasta que en el s. IV d.C. el emperador romano Constantino se convirtió a la nueva religión y fundó Constantinopla (la moderna Estambul), la futura capital del Imperio bizantino, un vestigio de Roma cristiano y de habla griega que persistió durante más de mil años. 

Los turcos selyúcidas, que llegaron de Asia central en el s. xi, desafiaron a los bizantinos por el control de Anatolia. Los otomanos, sucesores de los selyúcidas, tomaron finalmente Anatolia y derrocaron a los bizantinos en el s. xv. A partir de entonces, los otomanos empezaron a expandirse por el sureste europeo hasta alcanzar las murallas de la misma Viena antes de que les hiciesen retroceder implacablemente. En 1912 los ejércitos serbio y griego avanzaron hacia Estambul y, durante y después de la Primera Guerra Mundial, las fuerzas europeas buscaron con ansia la desmembración de toda Turquía. Solo el acertado liderazgo de Mustafa Kemal Atatürk sacó al país del apuro. Durante la lucha por la independencia, Atatürk y sus ejércitos expulsaron a los intrusos extranjeros para posteriormente fundar la República de Turquía en 1923. Desde entonces, el país ha experimentado un exhaustivo proceso de modernización, ha construido una democracia viable y ha recuperado su sitio en el panorama internacional. 


02. ARQUITECTURA

02.1. Los Turcos Seliúcidas y la arquitectura islámica 

Si bien la civilización del Islam influenció las regiones donde incursionó, las ideas y formas de la arquitectura Islámica, fueron moldeadas por la herencia arquitectónica de estos lugares. 

Los Turcos Seliúcidas habían introducido a la arquitectura islámica elementos arquitectónicos que “importaron” desde el Asia Central (Irán), como la planta cruciforme de cuatro arcadas en torno a un patio, común en la construcción de residencias. Utilizaron éstos y otros tipos estructurales nuevos, introduciendo el monumentalismo en la construcción de mezquitas y madrasas (colegios teológicos musulmanes, construidos por primera vez en el s. XI). A no ser por las torres visibles del exterior, la arquitectura seliúcida era introvertida. Los edificios seliúcidas generalmente incorporaban el ladrillo, mientras que las paredes internas y externas se decoraban con un material mezcla de polvo de mármol, lima y arcilla. En la región cristiana de Anatolia Central (actual Turquía), la tradición de formas y tipos constructivos del Antiguo Imperio Bizantino, se vió transformada con la llegada de los Turcos Seliúcidas, de origen musulmán. 

Se incorporaron algunas técnicas constructivas locales como la utilización de la piedra, la planta en cruz típica comenzó poco a poco a desaparecer, y el muro sólido evolucionó hacia una arquitectura de muro y columna. 

02.2. Arquitectura del Imperio Otomano 

La arquitectura Turca tiene su apogeo en la época clásica de la Arquitectura Otomana en el siglo XV. Influenciada por la arquitectura Seliúcida, Bizantina, y Arábiga, los Otomanos desarrollaron un estilo propio. Integraron las mezquitas a la comunidad, agregándoles merenderos, colegios teológicos, hospitales, baños turcos y tumbas. Sus características básicas son el racionalismo, la modulación y la centralidad. 

Los espacios interiores cobran mayor fuerza y puede hacerse una lectura de ellos a través del sistema de cubiertas y de cúpulas. En los siglos posteriores, la arquitectura otomana sufrió un proceso gradual. La importación de los estilos 

barroco y rococó, no destruyó la esencia de la arquitectura otomana que tomó del Barroco una de sus dos principales características. El Barroco Otomano no incorporó una fuerte sensación de movimiento de los espacios, aunque si desarrolló una gran plasticidad de las superficies. 

En el siglo XIX, la arquitectura otomana tuvo movimientos eclécticos. El Neoclásico Otomano sustituyó las formas y ornamentos “extraños” al período neoclásico. 

02.3. Arquitectura Turca del siglo XX 

En los años siguientes a la proclamación de la República, la arquitectura Turca se encontró a si misma en medio de una búsqueda intelectual. 

Algunos arquitectos defendían el historicismo otomano, mientras que otros inspirados por el Movimiento Moderno europeo evocaban una nueva arquitectura acorde a las reformas de Atatrk. Con la segunda guerra mundial, la arquitectura turca entró en una nueva fase neo-clasicista, que duró hasta Mediados de los años 50. Hasta el día de hoy, la arquitectura se ha movido a lo largo de patrones más o menos indefinidos de neo ecléctico moderno, iluminados ocasionalmente por edificios de gran propuesta y contenido. La arquitectura moderna no puede separarse de los sistemas y materiales modernos. Pero la tecnología es solo una herramienta. El encanto del Tercer mundo por el desarrollo del Primer mundo Occidental y el rápido transporte de los cambios culturales, plantean grandes preguntas sobre los caminos de la arquitectura contemporánea en medios locales donde las especificidades culturales todavía existen con gran fuerza. 

Mezquita Sakirin. Foto: http://bit/ly/15rydPi 

03. ARQUITECTOS Y ESTUDIOS 

03.1. Tabanlioglu Architects 

El estudio Tabanlioglu se centra en los asuntos de la construcción en términos globales; sin embargo, para el logro de la mejor calidad del diseño de los arquitectos se enfoca también en las expresiones distintivas de cada país, región y zona. Cada lugar ofrece condiciones especiales o engendra desafíos que requieren soluciones específicas. La filosofía del estudio pretende identificar el impacto del edificio en el paisaje local y los valores actuales, que son tan importantes como el diseño arquitectónico del edificio de acuerdo con las necesidades, así como las nuevas tecnologías en un mundo cambiante. 

03.2. Zeynep Fadillioglu 

Zeynep Fadıllıoglu Design es una empresa con sede en Estambul, con sucursales en Londres y Doha. La compañía opera desde 1995 bajo la dirección de Zeynep Fadillioglu como el diseñadora principal. El estudio es muy reconocido por la combinación de elementos de Oriente y Occidente, la mezcla, la comprensión moderna tradicional y contemporánea de las raíces orientales y el trato de su historia a través de los colores, las texturas, los tejidos y diversos elementos arquitectónicos que en conjunto conducen a un diseño con un estilo atemporal, un atractivo universal con un toque local. 


03. RELIGIÓN Y CULTURA 

El Islam es la religión mayoritaria en Turquía. Alrededor del 99% de la población está declarada como musulmana. La mayoría de los musulmanes en Turquía son sunitas los que son aproximadamente el 74% y Alevís que son aproximadamente el 25% de la población musulmana total. También hay una comunidad imamita que forma aproximadamente el 3% de la población musulmana. Entre la presencia musulmana sunita en Turquía existe una pequeña pero considerable minoría de musulmanes con herencia y afiliación sufí. Los cristianos (Ortodoxos Orientales, Griegos Ortodoxos y Apostólicos Armenios) y Judíos (Sefardíes), quienes comprenden la población no musulmana, son aproximadamente el 0,7% del total de la población. Pero la definición constitucional del país es la de ser una república laica.