NÓRDICOS
Introducción
Los Países Nórdicos: Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia
Un archipiélago de ensueño bajo la estrella polar
El territorio nórdico lo podemos visualizar como una unidad de límites precisos, y al mismo tiempo como un archipiélago o conglomerado de territorios diversos, como un set abstracto de paisajes naturales. Esta visión de archipiélago o partes de paisaje que simboliza la separación casi romántica del territorio, es también una conceptualización que abarca un ámbito mayor. Es una ilusión poética tanto la separación como el sistema cerrado, y es una abstracción íntima que nos permitimos para abordar el territorio.
En esta magnífica cuestión de estar embarcado al borde de un precipicio o dejándose llevar por la piel de la montaña o de permanecer inmóvil al pie de un inmenso glaciar reflejado en un espejo lechoso… dejando la huella en el blanco o abandonado en el bosque infinito.
El archipiélago nórdico será nuestro bucólico, romántico e intimo destino. Pero también Copenhague, Oslo, Estocolmo y Helsinki serán nuestras ciudades de visita. Donde se cruzara la fina arquitectura nórdica, rica síntesis entre una metodología empírica, que intenta integrarse al ambiente y el desarrollo del racionalismo como método de proyecto.
La arquitectura nórdica que hasta pasada la Segunda Guerra Mundial había estado considerada aparte del panorama internacional, principal impulsora de una arquitectura sensible, organicista y humanista, se convierte en referencia para los países europeos posbélicos, bajo el nombre de New Empirism nórdico tras la crisis de la arquitectura funcionalista. Algunas de las características comunes son: una fuerte cultura social, que el paso de la economía artesana a la producción industrial se ha realizado de una manera más suave que en otros países europeos, una cultura en la que entre lo rural y lo urbano no existe una oposición tan radical como en países centroeuropeos, la dureza del clima, lo que obliga a una mucho más cuidadosa definición del medio arquitectónico donde habita el hombre dándole una especial importancia y dignidad, e insistiendo en la escala humana y psicológica de la arquitectura, así como la fácil disponibilidad de ciertos materiales como lo es la madera.
Actualmente sigue habiendo una fuerte cultura social, que lleva a preocuparse por el individuo de manera de satisfacer sus necesidades en un plano arquitectónico humano y social. Cabe destacar la conciencia que estos nuevos arquitectos presentan respecto al ambiente y cómo integran los proyectos en un entorno “audaz” por su clima mediante materialidades admirables. Presenciamos concepciones integrales del proyecto arquitectónico, desde lo vernáculo a lo global, a lo sustentable.
Miles de escenas se suceden como miles de paisajes que adquieren en su inmensidad, bajo ciertas condiciones particulares del individuo, el valor de la miniatura, de un espacio suprarreal contenido y contenedor en un entorno potencialmente infinito. El ensueño como señala Bachelard y goza Borges es nuestro paraje mental más propicio para experimentar esta condición topoanalítica. Ahora cada paisaje es nuestra paradoja, nuestra casa y nuestra perversión, nuestro rincón y el universo.
(fuente: guia 2010)
Geografía en el extremo del mundo
Desde el paisaje evocamos nuevamente al arte o la literatura, desde las instalaciones de Ian Finlay, «Wood Wind Song», una pizarra granítica, una lápida en medio de un bosque de pinos que cantan cuando el viento sopla entre ellos o la literatura de Umberto Eco en «Los bosques de Loisy» y las dos formas de pasear por un bosque. La primera que nos lleva a ensayar uno o muchos caminos (para salir lo antes posible o para llegar a la casa de la Abuela, o de Pulgarcito, o de Hansel y Gretel), o la segunda, a movernos para entender como está hecho el bosque, y porque ciertas sendas son accesibles y otras no.
Implicación, ahora la obra resulta un verdadero experimento del andar del hombre en la tierra, donde el artista como individuo actúa en una relación personal con la naturaleza.
Algunos emplean su propio cuerpo para establecer un vínculo performativo con el entorno orgánico, el tamaño de la obra está en relación con las formas humanas. Realzan un lazo primario y simbólico con la tierra creando formas rituales contemporáneas.
Una escultura puede consistir en un artista dando un paseo por un campo realineando elementos dentro de él para señalar su paso por allí o como en «A line in the Himalayas» en que Richard Long vive una alteración del paisaje que el mismo produce y que luego presenta en forma de mapa, escrito o fotografía. El paisaje entonces, puede ser mostrado como una zona de invasión o de exclusión, dividido por redes de fronteras políticas y étnicas invisibles pero complejas.
Los Nórdicos forman parte del escudo Báltico o Fenoscandinavo que se extiende sobre el norte de Europa. Es decir la región finlandesa, la península escandinava, la península danesa y otros territorios colindantes. Está constituido por rocas antiquísimas originarias de la era arqueozoica, hace entre 800 y 2600 millones de años. Este escudo permaneció en la superficie durante el pasaje de los distintos períodos geológicos. Desde las tierras bajas de Dinamarca, pasando por el agrietado borde de los fiordos de Noruega y los llamados Alpes escandinavos en conjunto con Suecia, llegamos a los lagos y bosques de la mítica Finlandia.
(fuente: guia 2012)
DINAMARCA
Las señales del primer reino de Dinamarca pertenecen al periodo de los Vikingos, navegantes mercaderes y piratas que dominaron los mares del norte entre los siglos VIII y X d.C. EN el siglo X se unifican y conquistan vastas regiones de Noruega. Luego de sucesivas guerras, rebeliones campesinas y burguesas se consolida el rey soberano absoluto en el siglo XVII, estableciendo leyes aceptadas en todo el territorio danes.
Dinamarca es una monarquia constitucional y hereditaria, gobernada según la constitución de 1953. Un país soberano ubicado en el norte de Europa. Es el más meridional de los países nórdicos y también el de menor extensión.
Oficialmente, el Reino de Dinamarca es una comunidad integrada por tres partes autónomas: la propia Dinamarca y sus dos territorios de ultramar o territorios dependientes – Groenlandia, la isla más grande del mundo, y las Islas Feroe en el Atlántico Norte. Su capital y ciudad más poblada es Copenhague.
El territorio danés está compuesto por la pe-nínsula de Jutlandia (Jylland) y por 407 islas de las cuales 79 están habitadas (2009). Dinamarca está totalmente rodeada por el mar del Norte y el mar Báltico, a excepción de Jutlandia, que le une al continente europeo. Las principales islas danesas son Selandia (Sjælland), Fionia (Fyn), Vendsyssel-Thy, Lolland y Bornholm, la más alejada del archipiélago danés. El país posee más de 7.000 kilómetros de costa y tan solo 68 kilómetros de frontera terrestre con Alemania. Desde el año 1999 está unida con Suecia por carretera y ferrocarril a través del puente de Oresund.
Su posición estratégica le ha dado históricamente el control sobre el acceso al Mar Báltico, materializado en una serie de estriberones, razón de su poderío político y económico desde temprana edad. Su riqueza se plasmó especialmente en Copenhague y los demás puertos de la isla de Sjaelland, que como Helsingor, hacían pagar tributo a los navíos que pasaban.
La estrecha cooperación con Suecia, Noruega, Finlandia e Islandia ha favorecido su desarrollo a través de uniones político-económicas y la con-formación de una “cultura nórdica” con rasgos y tradiciones comunes que fortalece la identidad local. Por otro lado, su cercanía con Alemania, le permite estar siempre vinculada con el resto del continente.
Geografía
El paisaje danés se caracteriza por ser variado y ondulante, resultado de las sucesivas idas y venidas de las masas de hielo de los glaciares. Se compone de bosques de hoja caduca y de coníferas, praderas, páramos, ciénagas, arenales y lagos que ofrecen las distintas vistas según la estación del año.
Es una superficie de tierras bajas de hecho su territorio esta entre los más llanos del mundo. Su altitud presenta un promedio de 30m. sobre el nivel del mar.
Historia
Dinamarca fue unificada por Harald Blåtand alrededor de 980. En el siglo XI los vikingos daneses atacaron en la mayor parte de Europa Occidental, llegando a controlar parte de Inglaterra, y fundando otros estados, como el Ducado de Normandía. Además, los vikingos daneses hicieron numerosas expediciones al mar Mediterráneo. En sus primeras expediciones, pasaron por el norte y este de la Península Ibéri-ca, haciendo incursiones en estos territorios. Se sabe que causaban gran terror, bajas y pérdidas económicas a los recientes estados cristianos del norte de la Península.
Incluso, según recientes descubrimientos, hubo asentamientos estable-cidos en la zona del actual País Vasco, sobre todo en la ría de Mundaca-Guernica (Vizcaya).
La era vikinga termina alrededor del año 1100, donde las incursiones vikingas acaban. Muchos historiadores coinciden en que el fin de la era vikinga fue en la Batalla de Stamford Bridge en 1066. A causa de la gran influencia vikinga en Gran Bretaña, el idioma inglés de hoy en día tiene ciertas palabras parecidas 11 al danés, sueco, islandés y noruego ya que todas estas son dialectos del Nórdico Antiguo.
Posteriormente, Dinamarca ha controlado ocasionalmente Noruega, Suecia, Islandia, parte de las Islas Vírgenes, parte de la costa del Báltico y lo que es ahora el norte de Alemania. Estonia fue conquistada por parte de una cruzada danesa para evangelizar los territorios estonios paganos, liderada por Valdemar II el Vencedor y el arzobispo Anders Sunesen, además de otro arzobispo influyente de la época, Absalon (fundador de la ciudad de Copenhague), vencieron en la batalla de Lyndanisse, cerca de Tallin, en 1219. Según el mito, la bandera danesa “Dannebrog” (La Gran Cruz Nórdica blanca simboliza el cristianismo de Dinamarca limpio, puro; sobre fondo rojo que simboliza la sangre de los enemigos de Dinamarca) cayó del cielo para que los daneses ganaran la batalla. Los territorios estonios fueron vendidos en 1346 por parte del rey danés Christoffer II, a la Orden Teutónica por 19000 marcos con la oposición papal. Escania, la región meridional de la actual Suecia, fue parte de Dinamarca durante la mayor parte de su historia temprana, pero fue perdida y cedida a Suecia en 1658. La unión con Noruega fue disuelta en 1814, cuando Noruega ingresó en una nueva unión con Suecia (hasta 1905). También ha controlado las Islas Feroe y Groenlandia, dominio que continúa en la actualidad, ambas en régimen de autonomía.
El movimiento liberal y nacional danés llegó a su cumbre en la década de 1830, y después de las revoluciones europeas de 1848 Dinamarca se convirtió en una monarquía constitucional el 5 de junio de 1849. Después de la Guerra de los Ducados en 1864 Dinamarca fue forzada a ceder Schleswig-Holstein a Prusia, en una derrota que dejó hondas marcas en la identidad nacional danesa, por lo que el país adoptó una política de neutralidad, que mantuvo durante la Primera Guerra Mundial.
El 9 de abril de 1940, Dinamarca fue invadida por la Alemania nazi y permaneció ocupada durante la Segunda Guerra Mundial, a pesar de alguna resistencia interna. Tras la guerra, Dinamarca se convirtió en miembro de la OTAN, y en 1973 miembro de la Comunidad Económica Europea, que años después se transformó en la Unión Europea. Durante siglos los castillos daneses se han mantenido como residencias y bases de poder para las casas reales, la nobleza y una pequeña élite. Al mismo tiempo, han servido de santuarios para grandes artistas daneses, como el escritor Hans Christian Andersen y el compositor Carl Nielsen.
Sistema político
Desde la abolición de la monarquía absoluta, una de las más antiguas del mundo y la más antigua de Europa, Dinamarca se rige por una monarquía parlamentaria encabezada por la Reina Margarita II, que asumió el trono en 1972. La reina es la Jefa del Estado, pero no tiene ninguna influencia política. A pesar de esto, la Casa Real es una de las instituciones más populares y respetadas de Dinamarca y es la casa real más popular de Europa. La monarquía danesa es un símbolo nacional, cultural, tradicional e histórico que reúne al pueblo y que es de mucha importancia y orgullo para los daneses y Dinamarca como nación.
El poder ejecutivo está a cargo del consejo de ministros liderado por la figura del Statsminister (como “primero entre iguales”). El poder legislativo (Folketing) es compartido por el Gobierno y el Parlamento, e integrado por 179 diputados (incluidos 2 por las Islas Feroe y 2 por Groenlandia). Las elecciones parlamentarias se celebran cada 4 años.
Es un sólido Estado de bienestar, que garantiza la igualdad social mediante políticas públicas. La corrupción prácticamente no existe.
Dinamarca es Estado miembro de la Unión Eu-ropea desde 1973 (aún CEE), aunque no utiliza el Euro. Fue, además, miembro fundador de la OTAN en 1949 rompiendo con la tradicional política de neutralidad sostenida hasta el momento.
Economía
Dinamarca cuenta con uno de los niveles de ingreso promedio más altos de Europa.
El nivel de vida es uno de los más altos del mundo y la diferencia entre ricos y pobres menor que en muchos de los países con los que tradicionalmente se compara.
(fuente: guias 2010-2012-2015)