I. CONTEXTO HISTORIA
Imperio Chino
China es una de las civilizaciones más antiguas del mundo que data de casi seis mil años. Su historia fue predominantemente imperial, con 4000 años de ciclos de dominación y segmentación social: «el imperio, tras una prolongada división, debe unificarse; tras una larga unificación, debe dividirse.
» En el Siglo III a.C. se logró establecer un gobierno central; y, por consiguiente, se crearon y consolidaron los fundamentos de un imperio integrado y unificado. Además, se promovió la educación confuciana.
Algunas dinastías importa destacar:
• La Dinastía Qin (siglo III ac), con el primer Emperador de una China unificada, cuya tumba fue en Xian (soldados de terracota de tamaño natural).
• La Dinastia Han (siglo II ac a siglo II dC), se asocia a los inicios de la Ruta de la Seda y a la entrada del budismo.
• La Dinastia Ming (siglo XIV a siglo XVI dc), por Ia construccion de la Muralla China
• La Dinastia Quing (siglo XVII a X), durante la cual ocurrio la Guerra del Opio.
Confucianismo y Taoísmo
Una de las figuras más influyentes de la cultura china fue Confucio (Kung Fu Tzu), quien vivió entre el 551 y el 479 a.C. Este filósofo enfatizó el respeto por los mayores, la importancia de la lealtad, la responsabilidad del individuo en la jerarquía social y el papel fundamental de la familia. En esa misma época se escribió el Tao Te (Tao Te Ching o «camino de la virtud»), que enfatizó la simplicidad, naturalidad y espontaneidad como base de la filosofía de vida conocida como taoísmo.
Introducción del Budismo
El budismo, introducido en China en el siglo floreció durante las dinastías Sui y Tang y fue promovido con firmeza por la emperatriz Wu. Los monasterios budistas constituyeron grandes centros de conocimiento y actividad cultural, económicamente poderosos, ocuparon un lugar fundamental en la red de comunicaciones entre China y otras partes de Asia.
Inicio de la globalización moderna
Pocos años del Descubrimiento de América, China no puede resistirse a los primeros embates de una globalización naútica y comercial. En efecto, en 1511 los portugueses fueron los primeros europeos en llegar a Guangzhou (Cantón) por vía marítima. Cantón se ubica sobre el Río de las Perlas, cerca de la actual Hong Kong. Y se establece en su puerto un monopolio para el tráfico de mercancías con otras naciones, convirtiéndose en uno de los mayores puertos comerciales del mundo. Los chinos autorizaron a los europeos a utilizar algunos puertos comerciales bajo condiciones estrictas. Pocos años después expulsaron de Cantón a los portugueses cediéndoles Macao a cambio.
Guerra del Opio
El balance del comercio en Cantón era un problema para los mercaderes occidentales, pues las exportaciones chinas excedían mucho a las importaciones. Pero los ingleses encontraron el opio de la India, un producto que podían comerciar con China a cambio de la seda, el té y la porcelana que estaban tan de moda. Cuando China declaró ilegal el comercio de drogas y quiso detener el contrabando, Gran Bretaña le declaró la guerra en nombre del libre comercio. En la primera Guerra del Opio (1839-1842) fue fácil para el moderno armamento europeo vencer al ejército imperial chino. Los vencedores exigieron la apertura de cinco puertos para la entrada de productos británicos con bajos aranceles aduaneros y el territorio de la isla Hong Kong (Tratado de Nanking). El tambaleante Imperio Chino sufrió otra derrota con la rebelión de Taiping de 1851-1864. Los rebeldes lograron controlar gran parte del sur de China durante once años hasta que fueron aplastados con el apoyo de tropas occidentales. En 1894, China sufrió una invasión de Japón, un ex estado dependiente. La derrota de China llevó en 1895 a la firma del Tratado de Shimonoseki en donde cedio Taiwán en Japón. En 1898, dado el riesgo de las invasiones occidentales, estalló una rebelión anti-occidental, encabezada por la sociedad secreta de los «puños armónicos» (llamados boxers por los europeos), que hacían culto a las artes marciales (entrenamiento físico combinado con creencias religiosas y mágicas).
En 1900 el movimiento Boxer forzó la huida de la emperatriz Xi´an, impuso el pago de fuertes indemnizaciones y forzó a la dinastía a emprender ciertas reformas.
Caída Imperial y nacimiento de la República
Un futuro político más radical entraba en los planes de Sun Yatsen (18661925) que planteó el segundo gran desafío a la corte. Este diseñó un programa basado en los Tres Principios Pueblo: nacionalismo, soberanía popular y medios de subsistencia. Dichas ideas fueron los pilares ideológicos de la Alianza Revolucionaria. En 1911, con el debilitamiento de la dinastía y la una revolución dirigida por Sun Yatsen y con el apoyo de varios generales, proclamó la república. En 1912 cae el Último Emperador. La mayoría de los generales triunfantes querían el poder más que las reformas democráticas que inspiraban a Sun. Estallaron rivalidades y China entró en un período de guerra civil durante el cual los jefes militares locales, respaldados por potencias extranjeras, se disputaban fragmentos del país.
Nacionalismo y comunismo
En 1920, el Kuomintang (Partido Nacionalista) emergió como fuerza política dominante en el este de China. Las conversaciones entre representantes de la Internacional Comunista, entidad internacional que preconizaba la revolución a nivel mundial y destacados marxistas chinos, dieron como fruto la asociación de varios grupos marxistas nacionales para formar el Partido Comunista Chino (posteriormente el PCC) en un congreso celebrado en Shanghai en 1921, al que asistió Mao Zedong (Mao Tse – Tung) (1893-1976). El PCC se alió al partido nacionalista Kuomintang (KMT) de Chiang Kai-Shek para enfrentar a los jefes militares. Al triunfar en 1927, el KMT se volvió encontra de sus aliados y masacró a unos 40.000 dirigentes sindicales comunistas. Ante la derrota, el líder comunista Mao Tse-Tung, sostuvo que se podía movilizar al campesinado de China y transformarlo en una fuerza revolucionaria. Mao condujo a la mayoría de los dirigentes del Partido Comunista hacia zonas rurales, donde organizaron políticamente al partido y crearon un ejército de origen campesino. Cuando los ejércitos del Kuomintang intentaron sitiar las apartadas zonas donde se había establecido el PCC en 1934, el ejército comunista, sus líderes y seguidores emprendieron una retirada en busca de otro emplazamiento. Esta jornada, conocida como «la larga marcha» se extendió por más de un año, durante el cual los comunistas debieron resistir frecuentes ataques, hasta que pudieron reagruparse.
En 1937, la invasión japonesa hizo que el PCC y el KMT dejaran de lado sus diferencias y formaran un segundo Frente Unido para luchar contra el enemigo común. Derrotados los japoneses en 1945, la alianza entre comunistas y nacionalistas se rompió y dio paso a una guerra civil, en la que vencen los comunistas. Y, el 1º de octubre de 1949, Mao Tse - Tung proclamó la República Popular China, iniciándose una etapa de profundas reformas económicas y sociales.
República Popular China
Una vez en el poder, los comunistas instauraron una profunda reforma agraria, continuación de la que habían iniciado en las zonas liberadas antes de la victoria. Nacionalizaron todas las propiedades extranjeras y pusieron en práctica amplios programas de salud y educación. Se planteo una «planificación imperativa» a través del Primer Quinquenal de Desarrollo, con una planificación económica centralizada. Esta tomaba muchos elementos del modelo soviético, daba prioridad a la inversión industrial con respecto al consumo y a la industria pesada respecto a la ligera. La construcción de una fuerte base industrial sólo podía realizarse extrayendo un gran excedente de las zonas rurales, pero hacia finesde los años 50 la producción estaba estancada. El Primer Plan Quinquenal obtuvo buenos resultados en la industria pero el cre cimiento de la producción agrícola resultó decepcionante. El Estado se enfrentó entonces al reto de cómo cubrir las necesidades alimenticias de la población urbana congregada en torno a las áreas industrializadas. Los chinos emprendieron un programa radical de creación masiva de comunas agrícolas y de construcción de faraónicos proyectos de irrigación y control del agua. Pero fue una experiencia desastrosa. Los comunistas intentaron abolir el dinero y la propiedad privada, animando a todo el mundo a construir hornos de fundición en los jardines para elevar la producción de acero. El mal tiempo de 1959 y la retirada de la ayuda soviética en 1960 empeoraron la situación. El país vivió una hambruna de proporciones asombrosas: se estima que 30 millones de personas murieron de hambre (algunos elevan la cifra a 60 millones). Paralelamente China logra múltiples estándares modernos e igualitarios para su sociedad, paralelamente a una consolidación de su poder militar, volviendo a emerger como una gran potencia mundial. Las bicicletas y las igualitarias camisas mao fueron sus iconos.
Revolución Cultural
La llamada Revolución Cultural (1966-1970) fue probablemente el fenómeno mejor conocido de la era Mao. Fue un nuevo período muy autoritario y duro de la historia china.
Mao reafirmó su liderazgo nacional e internacional. Mao afirmó su poder y su visión revolucionaria frente al burocratismo de la URSS y de la denominada «vía capitalista» del presidente Líu Shaoqi y del secretario general del partido, Deng Xiaoping. Los protagonistas del movimiento de la Revolución Cultural fueron la esposa de Mao, Jíang Qing, y otros tres partidarios, Yao Wenyuan, Wan Hongwen y Zhang Chunqiao. A comienzos de la década de 1960, compiló una serie de citas de Mao en un libro que llegaría a conocerse como el «Pequeño Libro Rojo» ( aunque su nombre era Citas del presidente Mao). En 1966 el ejército y jóvenes estudiantes de la «Guardia Roja» armados con este libro iniciaron en toda China una campaña en la que acusaban a los funcionarios públicos y a los profesores universitarios de reaccionarios y «seguidores del capitalismo». La Gran Revolución Cultural del Proletariado había echado a andar. La Revolución Cultural llegó a todas las áreas de actividad. La producción se vio seriamente perjudicada; se cerraron fábricas y universidades y miles de jóvenes urbanos e intelectuales se desplazaron al campo, voluntaria o compulsivamente. Millones de personas murieron durante esos años a causa de ejecuciones, suicidios o denegación de cuidados médicos.
China después de Mao
A mediados de 1977, Deng Xiaoping regresó al poder por tercera vez como viceprimer ministro, vicepresidente del partido y jefe de estado mayor general. Durante estas dos últimas décadas del siglo xx, las prácticas totalitarias del gobierno comunista experimentaron modificaciones significativas. La implantación del programa de Cuatro Modernizaciones (agricultura, industria, ciencia y defensa) quiso mostrar un compromiso positivo con las economías capitalistas de Occidente. En 1980 se adoptó la política de «un solo hijo», que moderó el crecimiento demográfico. En el campo, el denominado sistema de responsabilidad permitió, a los hogares campesinos y a las fábricas vender sus excedentes en un sistema de mercado abierto. El crecimiento económico de la década de 1980 quedó interrumpido brevemente por la crisis causada por los sucesos de Tiananmen (1989). Aunque a principiosde los 90 volvió a seguir su línea ascendente cuando Deng proclamó con franqueza que «enriquecerse es glorioso». Con el cambio económico y de la política exterior, el partido comenzó a suavizar su control ideológico.
China anunció que abriría sus puertas al comercio, a la inversión y a los préstamos del exterior. Para atraer empresas extranjeras se establecieron Zonas Económicas Especiales cercanas a Hong Kong y Macao, que ofrecían incentivos (como exenciones tributarias, mano de obra y tierra baratas) similares a las zonas francas de otros países.
Las reformas y aperturas fueron económicas, no políticas y civiles. Ya a fines de los 70 se escucharon demandas de una Quinta Modernización: la democracia. La muerte de Hu Yaobang, ocurrida en abril de 1989, sirvió de pretexto a miles de estudiantes que se reunieron en la plaza de Tiananmen, en el centro de Beijing. Además de manifestar su pesar por la muerte de quien para ellos simbolizaba los cambios liberales, protestaban contra la corrupción y pedían cambios en la sociedad y en el partido. Los estudiantes acamparon en la plaza. Cientos de miles de ciudadanos y trabajadores de Beijing comenzaron a manifestar su apoyo al movimiento reformista. Finalmente, el 4 de junio de 1989 el gobierno reaccionó violenta y decisivamente: envió tropas al centro de Beijing para desalojar ciudadanos y estudiantes. Hubo cientos de muertos y miles de heridos.
Muchas personas murieron al paso de los vehículos militares blindados por las barricadas.
Estos abrieron fuego contra las multitudes y los manifestantes fueron aplastados. La apertura a las libertades civiles y politicas se bloquearon. Pero la apertura económica continua, constituyéndose en una de los fenómenos más potentes de inicio del Siglo XXI, con tasas decrecimiento muy superiores a las europeas y norteamericanas. En los años 90 China recupera Hong Kong y Macao, dos enclaves simbólicos de las pugnas comerciales y políticas de la primera globalización moderna.
La China Contemporánea
«No creo en lo que esta pasando en China en la actualidad. Es un proceso muy destructivo del que se arrepentirán.... Quizás el hallazgo de Asia hoy este en unas condiciones similares a la invención de Europa durante los últimos ochenta años: cómo articular todos estos logros dentro del entorno construido, y cómo capturar, a un nivel sofisticado, lo que es creativo en Asia.» (Rem Koolhaas)
China es un cuarto de la superficie del mundo. Tiene la carga de su historia Imperial y del régimen comunista de Mao Tse Sung. Hoy puede hablarse de una Nueva China, un régimen comunista que esta desarrollando un fuertísimo, cautivante y vehemente capitalismo de Estado. Su contracara es la exacerbación e intensificación de las diferencias. Para grandes mayorías parecen emerger nuevas condiciones de vida. Paradójicamente emerge no sólo una nueva burguesía sino nuevos pobres y excluidos. China parece recomponerse como un Imperio, la principal potencia y cultura que se despega en el Siglo XXI.
RELIGIÓN
La religión china ha recibido la influencia de tres grandes corrientes del pensamiento: el taoísmo, el confucianismo y el budismo.
Aunque cada una posee sus orígenes, en la religión popular china todas están entrelazadas de modo inextricable con antiguas creencias animistas.
Se dice que el taoísmo es la única religión china «de cosecha propia». Esta religión vio perjudicada notablemente por la revolución comunista y la Revolución Cultural. Pese a ello, se ha desarrollado un «taoísmo popular» (shen jiao), que a todos los estratos sociales, y que se basa más en supersticiones y prácticas destinadas a dar felicidad u ocasionar desgracias.
El confucianismo es más un compendio de actitudes éticas y sociales que una religión, está entretejido con creencias religiosas.
La filosofía confuciana penetró en todos los niveles de la sociedad. Los comunistas decidieron que su maestro Confucio era otro incorregible vínculo al pasado burgués. En efecto, durante la Revolución Cultural, los templos, estatuas y dores del confucianismo fueron afectados. Sin embargo, en los últimos años, el Gobierno ha reconsiderado su postura y se han restaurado algunos templos confucianos. El budismo fue importado de la India y se desarrolló en China entre los siglos III y IV d.C. Durante la dinastía Ming proliferaron monasterios, budistas que jugaron un papel similar al de las iglesias y monasterios en Europa medieval: funcionaban como casas de huéspedes, Orfanatos para viajeros y refugiados. El budismo tuvo una importantísima influencia en Japón. El Gobierno ve la religión como una mera superstición, un vestigio de la antigua China utilizada por las clases dominantes para conservar el poder. Ello se ajusta a la creencia marxista de que la religión es el «opio del pueblo». Sin embargo, en un intento de mejorar las relaciones con las minorías budistas y lamaístas, el Ejecutivo reformó la constitución en 1982 para permitir la libertad religiosa.
Y desde la muerte de Mao se permitió la reapertura de muchos templos como centras de culto. Pero sólo los ateos pueden ser miembros del Partido Comunista Chino.
MEDIO AMBIENTE
De de las 10 ciudades más contaminadas del mundo, nueve se encuentran en China. Al igual que en otros países en desarrollo, el gran auge económico de China se ha producido a costa de un bajo control medio ambiental. Ello ocurrió en su fase de industrialización moderna socialista de los años 50, 60 y 70, como durante las tres últimas décadas. Altas contaminaciones del aire, en el suelo, del agua, deforestación, extinción de especies, peligro de supervivencia de especies, e importante generación de residuos urbanos, agrícolas e industriales no tratados. La elevadísima población, combinada con diversos factores geográficos, otorga a estos problemas medioambientales una dimensión muy superior a la de otras naciones. El Gobierno Chino ha agendado este tema, con un plan prioritario de reducción de la contaminación y reconversión productiva a veinte años.
II. PAISAJE
El paisaje chino es muy complejo dada la gran extensión y diversidad del pais.
Por un lado el paisaje rural esta signado por su alta antropizacion, la cual es extremo en los cultivos de arroz en el suelo inundado. Al respecto algunas imágenes condensan diversos imaginarios, como: • Los arrozales con agricultores chinos con sus típicos sombreros.
• Los «ciudades flotantes», también presentes en Tailandia y Vietnam.
• Las pagodas que se posan en una pluralidad de paisajes, con diversas articulaciones locales, desde el Tibet, Mongolia a la China del Este.
• Las comunas rurales maoístas.
El paisaje chino con diversos clivajes:
• Los viejos monasterios.
• Las ciudades grises, entre los hutongs y una industrialización moderna dura.
• Leones y dragones que vigilan la entrada a los edificios.
• La Muralla China, la Ciudad Prohibida y los soldados de terracota en Xian, marcas del poder y estigmáticas de la cultura china y su centralismo estatal.
• La Puerta de Tian AnMen con la gigantografía de Mao.
• Las modernas bicicletas y las camisas Mao igualitarias de los años 50 y 60.
• Las hibridaciones recientes, donde se mixturan viejas construcciones en demolición con las grandes construcciones emergentes.
• Otras postales del «Dragón de Dos Cabezas» contemporáneo, desde los edificios de los Supersónicos en Shanghai al Water Front de Hong Kong.
• Los distritos «Chinatowns» en muchas ciudades del mundo y el sello «Made in China» en un alto porcentaje de los productos de bajo costo que se comercian en el mundo.
Signo de la masa y del creciente dominio comercial de este gigante.
III. ARQUITECTURA
Arquitecturas «antiguas»
• Palacios Los palacios son «pequeñas ciudades» que tuvieron un severo control de los emperadores.
Comprenden puertas y murallas, edificaciones con profusas decoraciones, terrazas (que diferenciaban posiciones), jardines, plazas y galerías, frecuentenente alineados a ejes centrales. También se incluyen diversos objetos, unos utilitarios, otros simbólicos: tinas de agua, altares, incensarios, cuadrantes solares, leones o tortugas.
Todo ello responde al orden patriarcal feudal. Un ejemplo excepcional es La Ciudad Prohibida, que constituye un complejo conjunto palaciego.
• Pagoda La pagoda china deriva de la pagoda y de la stupa hindú, asociándose al budismo.
En China se hará más complejo y diverso su desarrollo. Existen pagodas con forma de botella, con múltiples aleros o con forma de pabellón. La pagoda devino en punto de convergencia de los devotos y de la ciudad, localizándose en lugares visibles, preferentemente altos.
• Casa China Existen diversas tipologías. Una de ellas es la casa patio que conforma a un hutong.
Koolhaas los define como una … «suerte de tapiz de patios que impresiona por su intimidad y versatilidad, pero cuya construcción es azarosa» . Son casas muy introvertidas.
• Jardín Chino Como ocurre con la arquitectura tradicional, el diseño de estas superficies ha evolucionado durante más de un milenio tomando un mismo tema y buscando su perfección.Desde tiempos inmemoriales los jardines chinos han estado impregnados de simbolismo y significado, alimentándose de la riqueza cultural del país y de las filosofías del taoísmo y el budismo. Se reconocen varias claves frecuentes en el Jardín Chino: aprovechar las condiciones singulares de cada lugar, generar diversos ambientos pintorescos y líneas de contemplación, adoptar un plano y flexible que contrasta con la regularidad de la arquitectura palaciega. Asimismo, el Jardín Chino puede incluir palacetes, pabellones y galerías. El Palacio de Verano es un ejemplo modélico.
Arquitecturas del Realismo Socialista
En los años 50 a los 80 se concretaron múltiples concreciones. Por una parte se sustituyeron muchos hutongs históricos. Por otra parte se plantearon múltiples edificios de la Revolución de conjuntos residenciales según los cánones arquitectónicos internacionales y modernos: bloques bajos primero, apartamentos en masa después, con lógicas de agregación que respondieron a diversos cánones, desde los CIAM al Team X. Muchos de estos conjuntos actualmente se están demoliendo y sustituyendo por nuevos desarrollos con un uso más intenso del suelo.
A nivel público se plantearon múltiples edificios ecléctico – historicistas. Estos pueden adscribirse al llamado Realismo Socialista. En estos proyectos se apuestan a grandes arquitecturas monumentales, con guiños sincréticos entre un neoclasicismo y diversos recursos dialectales asociados a la cultura china. Ejemplo de ello lo son:
• El Gran Salón del Pueblo, en Beijing, sobre la Plaza de Tiananmen de 1959, con claras referencias neoclásicas.
• La Western Railway Station, en Beijing, de 1995, un gigante edificio derivado de un «copy – paste», entre arquitecturas del «realismo socialista» de la Revolución Soviética y la pagoda china.
Arquitecturas de la Ciudad Genérica
Gran parte de la nueva arquitectura de Beijing y de Shanghai cumple con los atributos que Rem Koolhaas reconoce en su relato prospectivo de la «Ciudad Genérica », como lo testimonian los siguientes fragmentos: «Habitualmente la Ciudad Genérica ha sido «planeada», no en el sentido habitual de que alguna organización burocrática controla su desarrollo, sino como sí varios ecos, esporas o semillas, hubiesen caído al suelo al azar... formándose una colección genética arbitraria de la que pueden surgir resultados a veces sorprendentes. La Ciudad Genérica es una ciudad sin historia». El edificio en altura parece ser la tipología definitiva. Se ha tragado todo lo demás. Puede existir en cualquier parte: en un plantío de arroz, o en el centro. Las torres ya no se alzan juntas. Están alejadas para que no interactúen. El ideal es la densidad aislada».
«La arquitectura es superficial como un set de Hollywood, pues produce una nueva identidad cada lunes de mañana... El estilo de moda es el posmodernismo y siempre lo será (Esta arquitectura) es hermosa por definición. Construida a velocidades inusitadas, y diseñada aún a un paso más rápido… es preparada en los 10.000 estudios de que nadie nunca ha oído hablar, cada uno repleto de nueva inspiración». «La Ciudad Genérica es extremadamente subversiva, ideológica: eleva la mediocridad a un plano más alto.» (Rem Koolhaas, fragmentos, Generic City, 1995).
Arquitecturas de Autor y Exploraciones Emergentes
Simultáneamente al boom de las «Arquitecturas Genéricas», y dentro de una más amplia estrategia de calificación, se reconocen dos fenómenos complementarios. Primero. La emergencia de una «Arquitectura de Autor», arquitectura global, asociada a diversos arquitectos – estrella concebidos como grifas de la época. Tal es el caso de Koolhaas, Herzog & De Meuron y otros múltiples europeos y norteamericanos. Segundo. La aparición de una generación de arquitectos chinos experimentales y globalizados, especialmente interesados en la exploración de diversos procesos de hibridación, con cierta sensibilidad ecológica y por el capital cultural de la propia realidad china.