Helsinki

Es la capital y la ciudad más grande de Finlandia con 607.991 habitantes. Está situada en la costa sur del país, a la orilla del Golfo  de Finlandia. Helsinki forma parte de la región de Uusimaa. Helsinki es  una ciudad enigmática y encantadora, considerada por algunos como la perla del Báltico.

Comparada con las principales metrópolis, el ritmo de Helsinki es tranquilo y relajado. La mayoría de las atracciones  turísticas y los lugares de interés de la ciudad se encuentran a poca distancia unos de otros. El sistema de transporte público es cómodo y fiable, y se considera de los mejores de Europa.

La mitad de la ciudad parece ser de agua, elemento que caracteriza su geografía costera, con sus numerosas bahías, ensenadas e islas. El puerto es el corazón de la ciudad. Transitan por allí los transbordadores gigantes, rasgo distintivo de Helsinki. El estilo de sus gloriosos edificios de estilo Art Nouveau, la elegancia de sus amplias cafeterías, la esmerada conservación del patrimonio finlandés en sus decenas de museos, restaurantes que no han cambiado ni de menú ni mobiliario desde 1930 forman parte del peculiar encanto de la ciudad. Ofrece una sensación muy  diferente al resto de Finlandia, en parte porque antes de los días de la sociedad de alta tecnología fue casi el único punto del país en contacto con el resto del mundo.

Fue fundada en 1550, como una “rival” de la Hanseática ciudad de Reval (hoy en día conocida como Tallin, capital de Estonia) por el rey Gustavo I de Suecia. El primer poblado estaba plagado por pobreza, guerras y enfermedades.

Por un  largo tiempo permaneció como un pueblo costero poco importante, opacado  por los centros comerciales más importantes del Mar Báltico. La construcción de la fortaleza portuaria de Sveaborg (hoy en dio conocida como Suomenlinna, literalmente Fortaleza de Finlandia) hizo crecer el status de la ciudad, pero no fue sino hasta que Rusia venció a Suecia en  la Guerra Finlandesa y se anexo a Finlandiacomo el Gran Ducado de Finlandia que Helsinki verdaderamente comenzó a cambiar.

Para ayudar a reducir la influencia sueca, el zar Alejandro I de Rusia movió la capital de Finlandia de la ciudad de Turku (también conocida como Abo) a Helsinki. La Academia de Abo, la única universidad del país, también fue reubicada en Helsinki en 1827 y eventualmente se convirtió en la Universidad de Helsinki. Estos cambios consolidaron a la ciudad en  un rol completamente nuevo, y durante las siguientes décadas se vio un crecimiento y desarrollo sin precedentes en Helsinki, creando los requisitos para el nacimiento de una ciudad capital de clase mundial en el siglo XX. Estas transformaciones se pueden admirar sobre todo en el centro histórico de Helsinki, el cual fue reconstruido en un estilo neoclásico para hacerlo parecer al de San Petersburgo. Y como en otros lugares, los avances tecnológicos como la industrialización y el ferrocarril fueron un factor clave detrás del crecimiento.

El episodio más significativo en la historia urbana de la capital finlandesa es el del Plan del Gran Helsinki, elaborado en 1918 por Eliel  Saarinen, pero no concretado. Heredero de una tradición romántica autóctona pero abierto a influencias teóricas de más amplio respiro europeo, Saarinen lleva cabo en la redacción del Plan original una síntesis de las metodologías de Sitte y de Howard. Al prefigurar la expansión de la ciudad-capital, traza una gran arteria que, insinuándose  en los declives del territorio circundante, habría representado el cauce de conexión de una serie de núcleos-jardín inmersos en la vegetación. Así, por primera vez, el principio howardiano de Garden City  queda traducido a un método de planificación territorial.

Pese a su no realización, el programa de Saarinen terminara por influir sobre la posterior política de descentralización urbana promovida por la administración de Helsinki.

(Extraído de: Guía de Viaje 2014. Arq. Rifa Gen 07 http://viajedearquitectura.com/guiasviaje/ - Fecha de consulta Febrero de 2015)