Oporto

Situada al norte de Portugal junto a la desembocadura del río Duero, es una ciudad con más de 1,7 millones de habitantes y es la segunda ciudad más grande de Portugal, luego de Lisboa. En Porto conviven distintas atmósferas, como ese aire de decadencia que la invade o a la dinámica que se respira en ella. Tal vez sean sus elegantes barrios y villas señoriales en contrapunto con las estrechas calles y viejos callejones. Es una de las ciudades más antiguas de Europa, declarada por UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1996. 

Uno de los aspectos más significativos de Porto y de su centro histórico es su entorno paisajístico, fruto de la armonía entre sus líneas y su estructura urbanística, las cuales constituyen un conjunto de rara belleza. El barroco se manifiesta en Porto en innumerables y expresivos edificios de la arquitectura civil y religiosa. Porto debe a arquitectos como Antonio Pereira y Nicolau Nasoni algunos de los ejemplares más representativos de este estilo, que provocó una completa transformación del paisaje urbano en el siglo XVII. A lo largo del siglo XVII y XVIII, Porto parece un “solar” lleno de artistas y artesanos trabajando, los cuales produjeron un significativo conjunto de obras de alto valor estético. El virtuosismo de Nicolau Nasoni, artista italiano formado en Siena y Roma , se hace patente sobre todo en la maestría con que supo trabajar el granito en obras como la Iglesia y la Torre de los Clérigos, la fachada de la Iglesia la Misericordia y el Palacio do Freixo.

La catedral, de origen románico, fue uno de los primeros edificios en sufrir adaptaciones barrocas. Aquí debemos destacar la capilla mayor, la galilea, la sacristía y los claustros. Una de las principales características del nuevo estilo es el predominio de la policromía y la exuberancia de las formas. La combinación de los revestimientos de oro con la pintura y el azulejo ha originado obras belleza inolvidable. La talla dorada, una de las expresiones más vivas del barroco portuense, alcanza su máximo esplendor en los retablos de las iglesias de San Francisco y Santa Clara.

En la arquitectura moderna y contemporánea de Oporto se destacan los nombres de Fernando Távora, Álvaro Siza Vieira y Eduardo Souto de Moura.