Venecia

Región del Véneto 

El Véneto es una región del nordeste de Italia, que limita con las regiones italianas de Lombardía, Trentino-Alto Adigio, Friuli-Venezia Giulia y Emilia-Romaña y con Austria. Su territorio se desarrolla entre los Alpes y el mar Adriático.

El norte es montañoso (zona alpina limítrofe con Austria) y el sur es ocupado por la llanura padana (llanura del río Po). Además del citado río Po, los ríos Adige, Brenta y Piave también recorren su territorio. La capital es Venecia, y otras ciudades importantes son Verona,Padua,Treviso,Belluno, Rovigo y Vicenza.

Esta región es muy rica en patrimonio artístico y cultural. Su patrimonio arquitectónico incluye los puentes y construcciones únicas de Venecia, y muchas de las villas de Palladio. La Arena de Verona es un antiguo anfiteatro romano, tradicionalmente reservado para la ópera.

Los baños termales en Abano son también de interés. La economía regional, que tradicionalmente ha dependido enteramente de la agricultura, está ahora orientándose a industrias de alta tecnología y de la moda (Benetton es el mayor empresario), junto al turismo cultural. Está dividida en 7 provincias (provincie), a su vez cada provincia se divide en municipios (comuni).

Las Villas

La colonización del terraferma por parte de la ciudad de Venecia se produce a partir del siglo XVI en la medida en que la crisis del comercio mediterráneo y las sucesivas derrotas militares obligan a plantear nuevos horizontes de desarrollo.

Las villas del Véneto son en principio unidades destinadas a la producción agrícola, producción que será elevada a niveles ideológicos a partir del mito naturalista.

Venecia

Venecia se construye en 117 islas pequeñas, tiene unos 150 canales y 409 puentes. Fue fundada en el año 811 por los habitantes de Malamocco, una población situada cerca de Lido, que huyendo de los francos se establecieron en las islas más seguras del Rivo Alto (hoy conocido como Rialto). De esta manera, en las islas intermedias nacieron algunos centros habitados; entre éstos adquirió importancia Venecia, que se halla en medio de la laguna más grande (entre las desembocaduras del Brenta y del Piave) y que se comunica fácilmente con el mar a través de un canal natural. Venecia pudo escapar de la dominación de los reinos de tierra firme, y formalmente estuvo sujeta a Constantinopla; por lo tanto, pudo convertirse en un centro comercial intermediario entre Oriente y Occidente, y se organizó de manera libre desde el principio, sin tener que afrontar, como las demás ciudades, las luchas contra los príncipes y señores feudales. La forma de la ciudad está ya definida a fines del siglo XI y continúa casi sin modificaciones a lo largo de todos los planos ulteriores, desde el más antiguo de 1346. En la desembocadura del Gran Canal está San Marcos (el centro político de la ciudad) y en su mitad, Rialto (el centro comercial), con el único puente que existe sobre el canal: los dos centros están cerca en línea recta.

Durante el siglo XII la prosperidad de Venecia se acrecienta; a principios del XIII el organismo político y el ambiente físico de la ciudad están definitivamente establecidos. Mientras tanto, los ingenieros de la República intervienen para conservar la integridad del ambiente lacustre, de la que depende la vida de la ciudad: desvían las desembocaduras de los ríos que van a parar a la laguna para evitar las sedimentaciones; excavan nuevos canales para facilitar el paso de los barcos y para mantener en movimiento las aguas de las zonas malsanas; refuerzan, para que resistan a las mareas, las fajas arenosas de los Lidos situadas entre la laguna y el mar La «máquina» entra en crisis únicamente con las transformaciones tecnológicas del Ochocientos y del Novecientos, cuando Venecia deja de ser una ciudad soberana (en 1797) y cae bajo la dominación de franceses, austríacos e italianos. Bajo los franceses se completa la plaza de San Marcos, al levantarse los nuevos edificios de los lados meridional y occidental; en San Michele se construye el cementerio y en Santa Elena el jardín público. Con los austríacos se introduce la iluminación a gas, el acueducto, y se hace llegar el tren a Venecia, con este objeto se tiende un puente de tres kilómetros y medio entre tierra firme y la ciudad, y se levanta la estación de Santa Lucía, en el inicio del Gran Canal. A partir de la ocupación italiana (1866) se construye un puerto moderno con dársenas para los barcos de gran tonelaje y con raíles en los muelles en la zona situada entre Santa Lucia y San Niccoló, y por último se hace llegar el automóvil, tendiendo un segundo puente paralelo al primero y una plaza con dos grandes garajes de varias plantas (1932).

El Gran Canal -que ya tiene dos nuevos puentes, en la Accademia y en la estación- es recorrido por transbordadores que hacen las veces de tranvías y autobuses; para abreviar su recorrido se abre un nuevo canal -el Rio Nuovo- que corta la curva superior del Gran Canal Todas estas iniciativas han alterado el equilibrio del ambiente de la laguna: las mareas, que son más frecuentemente altas, inundan la ciudad, y los nuevos canales para los grandes cargueros alteran la circulación de las aguas.

Plan Mose para Venecia

Venecia quedará a salvo de las mareas con un plan que incluye 79 compuertas.

Una gigantesca obra creará un sistema de compuertas y muelles artificiales. El plan definitivo, aprobado tras 35 años de discusiones, empezó a funcionar en el 2009. Italia comenzó a crear comisiones y a estudiar ‘en serio’ cómo se podía evitar el hundimiento de la ‘Serenissima’ cuando la mañana del 4 de noviembre 1966 la ciudad amaneció completamente inundada.

Venecia sufría todos los inviernos el ‘acqua alta’, pero aquel día fue alarmante: una crecida de más de metro y medio causó grandes daños económicos y artísticos. Después del susto, hace 35 años, empezó a moverse la maquinaria administrativa, y el plan más ambicioso se presentó en 1984. Desde entonces, ha estado sometido a interminables discusiones y matizaciones.

El plan salvador se llama Mose (Moisés, en italiano) en recuerdo del milagro bíblico que abrió las aguas del Mar Rojo, y merced a las siglas de Modulo Sperimentale Electromecanico. El ‘milagro’ que pretende salvar Venecia se basa en una serie de 79 compuertas móviles sumergidas en las tres entradas del mar a la laguna. Los días que la marea sea demasiado alta se elevarán y cerrarán el lago como una bañera. Ese es precisamente uno de los problemas de la solución, señalado por los grupos ecologistas: la laguna y su fauna viven gracias al recambio periódico de agua. Como respuesta, los defensores de la idea han asegurado que los diques sólo se utilizarán cuando sea absolutamente necesario, unas diez veces al año y durante unas pocas horas.

El ministro de Medio Ambiente, aseguró que el proyecto cuenta con “todas las garantías ambientales”. Entre otras medidas adicionales, esos días se restringiría la navegación en la laguna. El Consorcio Venecia Nuova, organismo que coordina el proyecto, ha planteado medidas complementarias. La más llamativa es construir unas largas escolleras frente a las tres bocas de la laguna con el fin de cortar el paso del ‘scirocco’, el viento del sur que empuja las mareas. Esta obra permitiría, según los cálculos, reducir las crecidas en unos cuatro centímetros.

También son fundamentales las obras de elevación de las orillas del centro histórico hasta la cota de 110 centímetros, comenzadas hace años, y el relleno de los fondos de la laguna, excavados desmesuradamente por la industria de la zona.

El mar invade sin obstáculos el pantano y se está adueñando de él, por eso es decisivo recuperar el calado de las tres bocas de la laguna, con una elevación del suelo y escolleras sumergidas, para agilizar su desagüe. Otro paso decisivo será la prohibición del paso de los buques petrolíferos que cruzan diariamente el lago hacia las plantas establecidas en tierra firme.

El ministro de Infraestructuras, Pietro Lunardi, anunció esta medida junto a otra empresa faraónica: la construcción de una isla artificial, a 10 kilómetros de la costa, que sirva de puerto a los buques, y de un conducto subterráneo que la conecte con el litoral y permita tender las tuberías petrolíferas. El plan prevé impulsar otra de las iniciativas que ya están en marcha, como es la limpieza de los canales, enfangados por lodos centenarios.

Una sociedad mixta, compuesta por el Ayuntamiento de Venecia y empresas privadas, extrae lodos desde hace cuatro años y ya ha excavado más de 22 kilómetros de canales, una intervención primordial para el saneamiento de la laguna.”

Piazza San Marco

La consolidación de la imagen actual de la platea marciana se procesa a partir del siglo XVI con las intervenciones de Jacopo Sansovino y el programa de reforma urbana impulsado por el doge Andrea Gritti; la conformación de este espacio de representación, de la escenografía del poder de la República, parte de las preexistencias del Palacio Ducale y la Basílica de San Marco, incorporando un nuevo fondo teatral y algunas novedosas iconografías.

La sistematización de la Plaza San Marco significa un giro radical dentro de la trayectoria de Jacopo Tatti, el Sansovino: de Arquitecto del patriciado con aspiraciones de renovación intelectual, se convierte en el arquitecto del estado encargado de llevar adelante un conjunto de proyectos casi contemporáneos, capaces de alterar completamente el aspecto general del espacio representativo del poder y, de actuar conjuntamente sobre el significado global de la ciudad. Una operación que supone la angustiosa reconversión de una ciudad que vislumbra la inminente caída de su predominio comercial en el mediterráneo, que ensaya la única reconversión posible del capital en la colonización del territorio véneto y, que finalmente, impulsa a nivel puramente ideológico el mito de sí misma, de ser la heredera legítima de Atenas, Roma o Constantinopla y por lo tanto la alternativa a la Roma Papal. Jacopo Tatti, el Sanosvino, exiliado de Roma luego del saqueo de Carlos V en 1527; será convocado en virtud de sus conocimientos eruditos de la arquitectura “a la antigua”; la nueva arquitectura formará parte de la renovación política en la medida en que sea capaz de hacer evidente el mensaje de la nueva racionalidad triunfante, y esto sobre dos condiciones: una, que la novedad no debe negar la continuidad de las estratificaciones históricas, tanto más, deberá actualizar la vigencia de las instituciones tradicionales del poder veneciano; y segunda, que aún procediendo sobre reglas universales ordenes y perspectiva, deberá mantener la condición de monumento, de unicum, que le corresponde a la platea marciana y, por lo tanto, bloquear todo intento de sistematización global del conjunto urbano. Sobre la base de una serie de edificios preexistentes el Campanile, la Basílica de San Marco, el Palazzo Ducale, las Columnas de San Marco y San Teodoro sobre el “molo” (muelle), Sansovino compone el fondo neutro de la Libreria, demuele los barracones recostados a las columnas del molo, aislándolas, igual que al Campanile; construye la Zecca (La Casa de la Moneda) y la Loggia al pie del Campanile. En la operación del Tatti, las preexistencias serán tomadas como auténticos “object trouve” cuyo sentido deberá ser potenciado aislando y sistematizando, separando morfológicamente por un lado y conectando los signos en una narración por otro: el aislamiento de las columnas del molo no hace sino poner en evidencia su condición de puerta, de columnas de Hércules abiertas al mar y a la vez de hacer patente el eje que las vincula con la Torre de l´ Orologio; el Arco de Triunfo que para Vitruvio debía converger en el Foro de los Romanos. La referencia al foro antiguo se vuelve mucho más evidente si se considera la interpretación dada por L.B. Alberti en De Re Aedificatoria, en el Foro deberán situarse -además de la Basílica- la residencia del Príncipe (el Palazzo Ducale, para el caso), la Zecca y las prisiones (Le Prigione nuove, obra del Da Ponte son posteriores pero encuadrables en la operación). Los contemporáneos del Tatti vieron claramente la teatralidad del nuevo espacio marciano. El teatro es para el renacimiento, el gran laboratorio.


Fuente: Guía 2016