Cursó estudios en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona, carrera que tuvo que interrumpir por motivo de la guerra civil española (1936- 1939). De su obra se ha hablado y se ha comentado desde casi sus comienzos, tanto en España como en el exterior ya que a raíz de una construcción de Coderch en Sitges, en 1947, su nombre apareció por primera vez entre el publico extranjero. Personalidades tan conocidas en el campo de la arquitectura como Ricardo Bofill y Vittorio Gregotti, lo consideran no solo el primer arquitecto español de la década de los 50, sino también el auténtico protagonista del renacimiento de la arquitectura en España en la época de la postguerra. En las construcciones de Coderch se destaca de inmediato un trabajo metódico, perseverante, que trata de hallar la perfección, alejándose siempre de lo fácil para profundizar e investigar en el terreno arquitectónico. Sus obras tienden a recuperar las tradiciones mediterráneas olvidadas, y a encontrar en lo popular un punto del que partir en busca de una arquitectura racional e imaginativa, que huye de la monotonía no solo interior si no también exterior. Entiende el edificio de viviendas como un sistema de actuación en unidades o módulos, al poseer una idea concreta y bien definida de lo que cree que debe ser una vivienda desde su estructuración interna.
Coderch pretende llevar a la ciudad algunos de los valores de la vivienda rural al tiempo que procura realizar una síntesis con los de la urbana. El interior de esta vivienda refleja de inmediato un trabajo en el que se ha huido de toda improvisación, lo cual se concreta mediante una libertad de composición, de diversificación de ambientes, de alternativas al recorrido tipificado, así como de una intimidad y protección respecto al exterior lograda mediante el uso de filtros y tamices. Añade muchos elementos formales que constituirán una constante en su producción como por ejemplo, el color natural de la cal, la presencia de huecos verticales que interrumpen el muro sustentante dando una impresión de pesantez y de mayor extensión, y asimismo la sustitución de tabiques para lograr grandes espacios. Los interiores de Coderch tratan de romper unidades funcionales tipificadas de acuerdo con unas ideas en las que no solo persigue lo racionalista, sino también la imaginación. En cuanto a la parte exterior de sus construcciones, se advierte la sustitución del plano por el volumen y el empleo del ladrillo, de las ventanas en esquina, de persianas de laminas fijas, etc. Como obras construidas mas destacadas de este arquitecto se pueden citar el campo de deportes Municipal en Sitges; el club de golf del Prat de Llobregat; el Banco Comercial Transatlántico de Barcelona; el Edificio La Barceloneta; el Hotel del Mar, en Palma de Mallorca; el edificio Girasol en Madrid; los Edificios Trada, en Barcelona, así como varios conjuntos de viviendas.
Los edificios Trada, fue la primera obra importante en Barcelona, construidos en 1969, estaban destinados a oficinas, y se componen de cuatro torres de formas nuevas, muy dinámicas. Asimismo una de sus ultimas obras, el Instituto Frances de Barcelona, es un edificio urbano de uso singular con un muro calado en forma regular en toda la envolvente. Juan Antonio Coderch es miembro del C.I.A.M., a propuesta del arquitecto Josep Lluis Sert, miembro de un jurado internacional de las Naciones Unidas, miembro electo de la Real Academia de Bellas Artes de San Jorge, en Barcelona y ha recibido entre otras, el gran premio y medalla de oro en la IX Trienale de Milán (1951), el Premio Nacional de Diseño Industrial de la Republica Argentina (1959), y varios premios FAD de arquitectura.