Mayne nació en 1944, Waterbury (Connecticut). Estudio arquitectura en el Sur de California y posteriormente creo el estudio Morphosis. La formación de sus conceptos teóricos refleja su pertenencia a la generación de arquitectos que comenzaron su actividad durante los comienzos de los 70, interesados por las ideas y temas de absoluta contemporaneidad procedentes de disciplinas tales como la sociología o la filosofía y en la voluntad de distinguir una aproximación propia a la arquitectura más allá de la modernidad y de la posmodernidad.
Fue de gran importancia para su pensamiento asentaren en la Costa Oeste, territorio que él define como excepcional para la arquitectura donde han germinado construcciones e ideas innovadoras y revolucionarias, desvinculadas de tradiciones y ortodoxias, como las de Charles y Ray Eames, Rudolf M. Schindler o Frank Gehry. La naturaleza individual de Mayne, obstinada e inclinada al enfrentamiento con la dificultad, habría contribuido también a la determinación de afrontar la arquitectura comprendiéndola como una producción señalada por «la contradicción, el conflicto, el cambio y el dinamismo.» Cada edificio de Morphosis puede ser conceptualmente comprendido como la representación de un proceso de diseño, un trabajo bajo el que subyace una reflexión del arquitecto acerca de dicho proceso y del proceso de construcción que acomete desde el deseo de desestabilizar las convenciones arquitectónicas hegemónicas, concibiendo al edificio como un elemento posicionado por encima de la pasividad de la naturaleza.
Mediante esta actitud mental se articula una arquitectura que no ha establecido normativas en su lenguaje. La arquitectura de Morphosis elude la autoreferencia formal haciendo que cada edificio adquiera y exprese su propio carácter como resultado del proceso generativo, proyectual y constructivo. En la actualidad, Morphosis se enfrenta enérgico a la crisis en la que se encuentra sumida la arquitectura de los Estados Unidos y lo hace gracias a esta forma de operar en mutación constante, evolucionando sin perder esa idea generativa con la que inició su actividad en los setenta: esa idea de libertad, experimentación formal para producir una arquitectura que se encuentre en constante movimiento.