El Museo Nacional de Arte de Catalunya, también conocido por sus siglas MNAC, fue construido para la Exposición Internacional de 1929. Destaca por su colección de arte Románico, considerada una de las mas completas del mundo. Su estilo arquitectónico puede definirse de ecléctico o de revival historicista, especialmente en edificaciones con fines conmemorativos y grandilocuentes. Se fusionaron elementos del renacimiento y del barroco a fin de intentar combinar lo mas típico y reconocible de España con el clasicismo que era norma en edificios públicos. Así, la cúpula central puede recordar a la basílica de San Pedro del Vaticano y a la catedral de San Pablo de Londres, mientras que las torres laterales son casi calcadas de la Giralda de Sevilla. Frente a estos elementos verticales de cierta armonía y ligereza, el cuerpo del edificio resulta macizo, con forma de cajón y sin apenas ventanas, lo que le da un efecto de cierta pesadez.