Se realizó en base a la reconstrucción de dos viejos edificios moscovitas. Es una obra de gran escala y rica volumetría, completamente revestida en ladrillo rojo. En los setenta soviéticos el ladrillo era muy apreciado, por su textura cálida y “humana”, contrapuesta al material predominante, el hormigón prefabricado. El mismo hecho de utilizar estructuras preexistentes habla de una aproximación diferente a la predominante en los 70' soviéticos. La planta es asimilable a un triángulo trunco, y se ubica en una importante esquina del Anillo de los Jardines, la gran circular de Moscú.
Arq. Marcel Blanchard 2015.