El National Theatre se ubica en el área del Waterloo Bridge con vistas de la Catedral de St. Paul y del Támesis. Luego de la realización del Royal Festival Hall, se intentó construir una pequeña sala de concierto en la misma parcela. Se organiza así un programa para la construcción de dos salas y una galería de arte. En el área limitada por el Shell Building y guardando de preservar el dominio de la composición del Royal Festival, la solución se basa en la deliberada fragmentación del conjunto con el uso de terrazas a diferentes niveles y el trazado de peatonales para enmascarar los volúmenes. Como resultado, el teatro tiene tres salas: el escenario abierto de Olivier, para las grandes producciones; el Lyttelton, más pequeño y convencional; y el Cottesloe, pequeño y más flexible.
Los espacios del vestíbulo se aprovechan para conciertos. Las plataformas se usan a los efectos de generar una serie de espacios interpenetrados haciendo una composición dinámica, asimétrica y variable en función de la posición del espectador.