Este museo de arte contemporáneo, se compone de dos sedes expositivas. Se ubica en un antiguo edificio industrial construido a principios del siglo XX, dividido en seis amplias salas que cuentan con 1.600 metros cuadrados para exhibición, una mediateca, biblioteca, sala de conferencias, laboratorio, librería y bar. Inspirado por el constante flujo de Arte Contemporáneo, ha propuesto un edificio que logra un equilibrio dinámico, a la vez un punto de ruptura que generan los conflictos y la inestabilidad creativa, al mismo tiempo, establece una relación armónica con este arte siempre cambiante. El objetivo buscado es vivir el arte contemporáneo en el espacio, entendido no como contenedor cerrado de una serie de obras, sino como un «espacio vivido». Más que de una galería, se trata de un territorio estratificado, ampliamente abierto al barrio y a la ciudad, que se convertirá en parte en un integrante de la forma urbana. Se ha logrado transformar el patio de los edificios romanos en un lugar altamente expresivo, capaz de proyectarse sobre la ciudad misma a través de las manifestaciones artísticas contenidas en el mismo.