En 1218 arde en llamas la vieja iglesia románica y dos años después, comienzan las obras de la nueva iglesia alentadas por el deseo de superar el porte de las catedrales vecinas. Entre 1220 y 1245 se construye el cuerpo principal y, a partir de entonces, las obras se concentran en la cabecera.
La planta es en cruz latina con naves laterales mas bajas, un transepto de tres naves y un gran coro de cinco. El deambulatorio esta rodeado por siete capillas. En alzado la catedral mantiene la división tripartita en la nave central coronada por una bóveda de crucería hecha por tramos alargados, mientras que en los laterales los tramos son cuadrados y, en las cabeceras, la estructura va cerrada con bóvedas de crucería estrellada (las obras en las cabeceras se inician en 1245 cuando los tramos centrales ya estaban acabados).
La cubierta exterior, encima de la bóveda, mantiene la pronunciada inclinación tradicional para una zona de fuertes nevadas invernales. Las dos torres inacabadas junto a los techos empinados, acaban configurando una silueta aguda digna de una estenografía expresionista.
La puerta principal contiene una representación del Juicio Final con Cristo Salva dor, “el bello Dios de Amiens”, y al centro Lucifer junto a San Miguel en la Resurrección de los Muertos en el primer dintel de la izquierda. El portal de la izquierda esta dedicado a San Fermin –que fuera obispo de Amiens- y el derecho a la Virgen María. Una de las puertas lateral y secundaria contiene una fgura de la Virgen con el niño Jesús, la llamada Puerta Dorada de Amiens. Este es uno de los puntos mas conocidos y venerados de la catedral.
Las reparaciones del pavimento -con el laberinto incluido- y de las vidrieras, pertenecen al neogótico igual que los agregados de Violet: la aguja calada del crucero y algunos pináculos sobre los contrafuertes. Durante ambas guerras, Amiens fue dañada por los bombardeos, especialmente en la bóveda y esculturas, ya reparadas.