Memoria del concurso Un edificio todo dado. La estructura que viene del aparcamiento subterráneo construido anteriormente. Un perfil irresponsable con alineaciones, vuelos y retranqueos impuestos. Un espacio público exterior ya construido, con una imagen y unas vivencias preestable- cidas. Una sección común a todo el ensanche con las alturas entre forjados fijadas obligatoriamente, sean viviendas u oficinas. ¿Qué es lo que queda? ¿Una fachada? ¿Revestida luego de valores, medioambientales, ur- banos, simbólicos...? ¿Decisiones que se han ido solapando en el tiempo y que nunca pueden replantearse? No creemos en la arquitectura de condicionantes sino de condicio- nes. Todos estos datos tienen que llevar a producir un buen edificio, no un buen revestimiento. Además las posibilidades de cumplir son infinitas incluso para las decisiones que parecen insalvables Para nosotros todo esto se convierte en una posición clave, un lugar reputado, unas condiciones interesantes para empezar a proyectar un edificio administrativo abierto y preciso, urbano y sensible.
El edificio propone colocar todas las zonas de almacenamiento, servicios y comunicaciones rápidas, públicas y privadas, en una banda opaca adosada al muro medianero. Frente a ella se extiende el lugar de trabajo abierto, una oficina paisaje en la que únicamente flotarán los despachos de los directores de área, cuyo cerramiento proponemos sea también con mamparas de carpintería y cierres de vidrio.
La estructura se estudiará para conseguir disminuir el número de pilares necesarios, llevando al máximo las luces de las vigas. Se mantendrán las líneas de pórticos. En planta baja unos pilares de hormigón escultóricos, establecerán los cambios de posición entre nuestro edificio y la cimentación existente.