Schönbrunn Palace

Johann B. Fischer von Erlach, Joseph E. Fischer von Erlach, Nicolo Pacasi
  • Dirección: Schönbrunner Schloßstraße 47,1130
  • Fechas inicio-fin: 1693-1737- 1744-1749
  • Programas: PALACIO
  • Sitio web: http://www.schoenbrunn.at/en.html
  • Información útil: Todos los días de 08:00 hs a 17:30 hs. Precios de 14 a 29 Euros. Pequeño descuento a estudiantes. Recorrerlo completo lleva un día entero. Metro U4, parada "Schönbrunn". Posee un zoo

El Palacio de Schönbrunn, también conocido como el Versalles vienés, es uno de los principales edificios históricos y culturales de Austria, y desde el siglo XIX ha sido una de las principales atracciones turísticas de la ciudad de Viena, ubicándose el palacio y su gran parque al final de la Wienzeile, al suroeste de la ciudad.

Dicho palacio fue la residencia imperial de la dinastía de los Habsburgo desde el siglo XVI hasta 1918. Construido en su mayor parte por los arquitectos Johann Bernhard Fischer von Erlach y Nikolaus Pacassi. Schönbrunn alberga un gran cúmulo de obras maestras de las artes decorativas y junto con sus jardines (donde se instaló el primer parque zoológico del mundo en 1752) forma un conjunto barroco de excepcional calidad y constituye un acabado ejemplo de “Gesamtkunstwerk” (obra de arte total).

COMIENZOS – S. XVI

La historia de Schönbrunn y de sus edificaciones predecesoras comienza en la Edad Media. La propiedad entera fue denominada “Katterburg” desde los inicios del siglo XIV y estaba bajo el dominio del monasterio Klosterneuburg. Durante los años siguientes, la finca fue arrendada por importantes personas tal como Hermann Bayer, el alcalde de Viena, en el año 1548, quien amplió las edificaciones y las hizo convertir en una residencia señorial.

En el año 1569 la propiedad pasó a manos de los Habsburgo, al ser vendida por el monasterio al rey Maximiliano II. Según el contrato de compra, a la propiedad pertenecían: una casa, un molino, un establo, un jardín de esparcimiento y uno de frutales. Este fue el inicio de lo que al principio sería un domicilio representativo, con un jardín de esparcimiento y un jardín zoológico.

S. XVII

Fines S. XVII

En el año 1683 la escuela ecuestre en el establo palaciego y el palacete de Schönbrunn, así como numerosos edificios de Viena fueron destruidos durante el Segundo Sitio de Viena realizado por el Imperio Otomano. Después del triunfo contra los otomanos, en 1686 pasó a ser propiedad del emperador Leopoldo I, quien ordenó la construcción de un nuevo edificio representativo en Schönbrunn para el sucesor al trono José.

Durante la gran reconstrucción que siguió al asedio de los turcos, en el terreno ondulado situado frente a la ciudad se alzaron numerosos palacios con jardines. El punto de partida de la reconstrucción fueron los planos del palacio real de Schönbrunn: el emperador Leopoldo I encargó al arquitecto austríaco Johann Bernard Fischer von Erlach que diseñara un nuevo edificio como residencia para su heredero. El arquitecto, quien fue educado en Roma, realizó su primer diseño en el año 1688 y fue llamado Proyecto Schönbrunn I. Este proyecto fue un gran éxito, y logró, tal como pretendía el arquitecto, demostrar sus capacidades, si bien éste no fue el proyecto que se construyó. Con este primer proyecto fe que Johan Bernard Fischer von Erlach consiguió ser nombrado profesor de arquitectura del heredero al trono.

Principios S. XVIII

La construcción del segundo diseño comenzó en 1696 supervisada también por Fischer von Erlach. La sección central fue completada y habitable en 1700, pero las obras de ampliación en las alas laterales fueron suspendidas desde el 1701 hasta el 1713 por el estallido de la guerra de Sucesión Española y los problemas financieros relacionados con ésta.

En 1711, tras la repentina muerte del emperador José I, cesaron las obras completamente, y el edificio sin terminar se convirtió en la residencia de la emperatriz viuda Amalia Wilhelmine. Hasta hoy se pueden ver los retratos de los caballos de pura sangre en el así llamado “Rösselzimmer”, que ella hizo colgar en este cuarto.

S. XVIII

Los amplios jardines barrocos con sus edificios como la glorieta, las ruinas romanas y las estatuas, dan testimonio de las dimensiones y funciones imperiales del palacio. La intención original, era combinar la glorificación de la Casa de Habsburgo con un homenaje a la naturaleza.

En el año 1728 el emperador Carlos VI adquirió la mansión y se la regaló a su hija María Teresa. Así empezó la época gloriosa de Schönbrunn. Cuando accedió al trono imperial en 1740, María Teresa escogió Schönbrunn como su residencia permanente, y comenzó una nueva etapa en la vida de palacio, dado que se convirtió en un centro para la vida áulica y política.

María Teresa celebró en el año 1742 la victoria contra sus adversarios en la toma del trono con el famoso Carrusel de las Damas en la Escuela Ecuestre de Invierno. Esta escena fue retratada por Martín van Meytens y le dio nombre al respectivo cuarto de Schönbrunn, donde fue colocado el retrato desde el año 1858: “Karussellzimmer“.

Bajo la influencia directa de la joven monarca y bajo la guía del arquitecto Nikolaus Pacassi se convirtió y amplió el palacete de caza de Schönbrunn en un palacio de residencia.

Los edificios fueron gravemente dañados cuando Viena fue saqueada por los húngaros en 1605; y recién en 1622 fueron restaurados por el emperador Fernando II los restos del antiguo pabellón de caza. Después de la muerte de Fernando II en el año 1637 la propiedad se convirtió en la finca de su viuda, Eleonora de Gonzaga, quien tenía un refinado gusto artístico y llevó aquí una vida social muy activa. Hizo construir un palacete de esparcimiento en el año 1642 (una construcción de tres pisos), y junto con esto se cambió el nombre de la finca de Katterburg a Schönbrunn, nombre que aparece registrado por primera vez en documentos de este año. S. XIX El emperador Napoleón I Después de la muerte de María Teresa el palacio quedó deshabitado, ya que sus sucesores inmediatos (José II y Leopoldo II) mostraron poco interés en Schönbrunn, hasta que a principio del siglo XIX el emperador Francisco III lo volvió a utilizar como residencia de verano. Schönbrunn fue ocupado dos veces por Napoleón en los años 1805 y 1809, y en ambas ocasiones el emperador francés habitó los cuartos de conmemoración a Francisco I Esteban en el ala este. El 14 de octubre del año 1809 se firmaba en el palacio el contrato de Schönbrunn, el que marcaba, con la derrota cerca de Wagram, el fin de la guerra de independencia contra Napoleón. Una época había terminado.

El Congreso de Viena Con ocasión del Congreso de Viena en los años 1814 y 1815 se veía con claridad que Schönbrunn necesitaba urgentemente una renovación. En el transcurso de estas obras Francisco III hizo reformar las fachadas, lo cual se llevó a cabo entre los años 1817 y 1819 según los planes del arquitecto palaciego Juan Aman. Se quitó de la fachada la opulenta decoración rococó de Pacassi y se dejó al palacio con la apariencia actual y su típico “amarillo de Schönbrunn”, con su forma sobria y reducida a pocos elementos de adorno.

Siglo XX Schönbrunn se mantuvo, por así decirlo, congelado en el tiempo. En 1918 pasó a ser propiedad de la República de Austria y desde ese momento ha sido fielmente conservado. El complejo del palacio y el parque puede ser considerado como un destacado ejemplo de obra de arte total, debido a la forma en que se ha conservado intacta la originalidad de su arquitectura, el diseño y el mobiliario del Palacio, y la relación espacial y visual de los edificios con el parque.


Extraído de: Palacio Schönbrunn. Testimonio de épocas y gustos reales Por Bach. Yoanna Sartore.

En el marco del curso Profundización Académica del Viaje de Arquitectura, Año 2016.

Schloz Schönbrunn edition (2012). “Palacio de Schönbrunn. Guía del Palacio” Brigitte Hamann (Séptima edición - 2014). “Sissi, emperatriz contra su voluntad”. España: editorial Juventud S.A..

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