Ubicada en el corazón de Viena es la obra más importante de Adolf Loos y también la de mayor tamaño. El edificio fue el primero que realizó con usos mixtos, como edificio de vivienda plurifamiliar, y como local comercial.
El proyecto fue encargado por la firma de sastres Goldman & Salatsch que fueron una vez más los “mecenas” de Loos y que ocuparían las tres plantas bajas del edificio con una de sus mayores tiendas. Fue construido con estructura de hormigón armado. Aunque la formalización del volumen del nuevo edificio estuviera acorde con el contexto urbano y su cornisa alineada con la de la iglesia adyacente, la austeridad de la franja superior de su fachada creó controversia pública.
La fachada del edificio articula visualmente la separación entre lo comercial (publico) y lo residencial (privado). Este cambio de carácter lo evidencio mediante los materiales empleados. El sector residencial superior sencillamente revocado en blanco, es una modulada sucesión de perforaciones sin adorno alguno. Las aberturas están totalmente exentas de molduras o cambios de materiales que puedan considerarse “decorativos”.
Por el contrario, en la franja inferior del edificio a nivel de la calle, el vestíbulo de entrada está revestido de mármol. La intención de esto no es otra que la de unificarlo con el basamento trapezoidal de la tienda de dos pisos de altura que esta íntegramente revestido de mármol cipolino de Eubea. La articulación entre el exterior y el interior de la tienda, ilustra sobre las influencias americana e inglesa en la sensibilidad estética de Loos.
La gran economía en el uso del espacio interior contrasta con la fachada calma compuesta en el “viejo estilo vienes”. El patio se expresa en una funcionalidad atemporal. Este ejemplo es ilustrativo de uno de los primeros ensayos del Raumplan loosiano, un sistema de relaciones proporcionales especifico de cada espacio, que desarrollo luego en toda su amplitud en sus proyectos residenciales.