Los soberanos que han ocupado este palacio, sede del poder durante seis siglos, han querido, en su mayoría, dejar su huella. Del gótico al historicismo, de moda en el siglo XIX, todos los estilos están representados en la docena de edificios que lo componen.
Hasta 1918, el Hofburg es casi una ciudad en sí mismo. En estos edificios se encuentran los antiguos salones imperiales, museos, una iglesia, la Biblioteca Nacional de Austria, la Escuela Española de Equitación, el Museo de Etnología de Viena y los despachos del presidente de la República.
Los visitantes pueden visitar los aiserappartements (Apartamentos Imperiales), incluyendo los aposentos privados de la emperatriz Sisi y el emperador Franz Joseph, el gran salón de audiencias, los comedores y los salones del palacio. La Silberkammer (Colección de Plata Imperial) también está en exposición.