El templo tiene orígenes remotos aunque como iglesia cristiana comenzó a construirse en el siglo XIII. Se erigió sobre una mezquita musulmana que, anteriormente, fue una iglesia de los tiempos de Recaredo, en el siglo VI. El rey San Fernando y el arzobispo fueron quienes pusieron la primera piedra en el año 1226.
La construcción es de estilo gótico con una clara influencia francesa. Mide 120 m de largo por 60 m de ancho. Está compuesta por 5 naves, sostenida por 88 columnas y 72 bóvedas. Las naves laterales se prolongan por detrás de la Capilla Mayor rodeando el presbiterio y creando una girola con un doble pasillo semicircular.