Tomado de: AAVV. Revista de la Facultad de Arquitectura. Nº 6. Montevideo: 1965
Programa: Se trata de una Capilla dentro del predio del Colegio para uso de alumnas y Hermanas, que en días domingos y de festividad religiosa congrega también los fieles del barrio.
Las construcciones del Colegio pertenecieron a un antiguo stud. Las caballerizas fueron transformadas en salones de clase y la vivienda del administrador, hoy vivienda de las Hermanas, será destruida y reemplazada más adelante por una construcción acorde con la línea arquitectónica de la Capilla, dándole a ésta la jerarquía espacial que hoy no posee.
Este Colegio es gratuito y funciona en una barriada de condición económica modesta.
Funcionamiento: El sector de los fieles y el de las Hermanas se encuentran dispuestos en forma netamente diferenciada y ambos convergen hacia el altar.
Los fieles acceden a la nave mayor pasando previamente por la nave menor, espacio de menos jerarquía dentro del cual está el altar de la Virgen. De este modo la nave mayor queda desvinculada del exterior, invitando al recogimiento necesario, a la meditación y a la oración.
El acceso de la Hermanas y del sacerdote se efectúa por una galería porticada. Espacio intermedio que funciona, en forma más modesta por cierto, a la manera de claustro conventual. Lugar de reunión, lectura y preparación al culto. Bajo el mismo techo que cubre el sector de las Hermanas, se halla el coro, el altar de Santo Domingo y la sacristía. Esta última vinculada espacialmente a todo el ámbito de la Capilla, desde el momento que no posee techo propio. La sacristía, como parte indisoluble de la casa de Dios, cerrada a la vista de los files pero integrada para el sacerdote a toda la Capilla.
El coro detrás del altar y por sobre el nivel del piso hace que los cantores por su ubicación participen plenamente y no queden desvinculados, como sucedía en los coros dispuestos sobre las entradas a los templos.
Existen tres partes bien diferenciadas espacialmente: 1) Espacio en L con los techos que descienden hacia el altar, punto donde se levanta la torre.
2) Nave lateral, atrio y altar de la Virgen con techo horizontal.
3) Pórtico y estar del sacerdote también de techo horizontal.
Iluminación: Se buscó por medio de la iluminación, concentrar toda la atención sobre el altar, iluminado el resto del espacio por vidrios pintados.
Lamentablemente el color de estos vidrios se ha desvanecido en parte, perdiéndose algo del efecto pretendido. La torre a modo de lucernario inunda el altar de luz natural y el resto de la iluminación está dada por dos rosetones sobre los confesionarios que no reciben nunca luz directa y por las estaciones del Via Crucis.
Materiales: Techos de hormigón visto, muros de ticholos revocados con balai rústico encalado y pisos de tejuela.
Nuestros materiales tradicionales usados de manera de poner en calor su textura y colorido.
Se buscó una riqueza espacial con formas simples.
La casa de Dios y de los fieles digna y modesta. La simplicidad y la pobreza son dignas de Dios. La ostentación no. Principios éstos que creo deben regir toda arquitectura y no únicamente los programas religiosos.
Exteriormente la Capilla se presenta como un refugio de los fieles. Mínima proporción de aberturas. Casa de Dios-fortaleza.
Interiormente espacio aislado y protegido, propio al recogimiento.
Ver además:
Artucio, L. Montevideo y la arquitectura moderna. Nº 14. Montevideo: Nuestra Tierra, 1971.
IHA. Diario “El Día” 1974/9/22 Nº2145.
IHA. Modernos. Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2015. Disponible en https://issuu.com/iha.fadu/docs/modernos-set-2015
Loustau, C. La Arquitectura del Siglo XX en el Uruguay. Tomo II. Montevideo: Tradinco S.A., 2010.
Rey, W. Arquitectura moderna en Montevideo (1920-1960). Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2012.
Rey, W., Alemán, L., y Méndez, M. Entrevistas edición especial. Volumen 3. Montevideo: FADU-UdelaR, 2018.