El edificio se sitúa al borde de la playa de vías, junto a los talleres de la Hohlstrasse, cerca del puente de Gottlieb Duttweiler, sobre el solar que marca la transición entre el tejido residencial y un cinturón de polígonos industriales. La cabina sirve para la vigilancia del tráfico de trenes en las inmediaciones de la pre-estación central de Zurich. La exigua superficie disponible llevó a edificar en tres niveles, dando lugar a un cuerpo denso cuya cubierta está marcada por un ligero quiebre en la línea de cornisa que subraya la compacidad del volumen. De las tres plantas del edificio, sólo el nivel superior se utiliza como zona de oficina y estancia. Las plantas inferiores contienen equipos técnicos. Las maquinas ocupan la mayor parte de la superficie construida.