Este edificio, forma parte de un conjunto arquitectónico con el Colegio de México y el Fondo de Cultura Económica. “Lo que me interesa al hacer arquitectura es que, en cierta forma, el edificio y la arquitectura dialoguen con el espacio público, vía pórticos, vía huecos que penetran, vía invasión de la plaza que entra en el propio edificio, es decir, establecer una ambigüedad entre el espacio donde empieza la arquitectura y aquél donde acaba lo público, y viceversa. Una idea contraria al rascacielos, que es hermético y en donde todo es espacio privado.” TGdL.