Esta obra fue un encargo del presidente Miguel Alemán Valdés al arquitecto Fernando Beltrán y Puga. En el año 1988 se iniciaron los trabajos de remodelaciones a cargo de los arquitectos Abraham Zabludovsky y Teodoro González de León, reabriendo sus puertas en 1991. La remodelación permitió ampliar su capacidad, mejorar su desempeño acústico, y de instalaciones. La fachada incorpora concreto martelinado, característico de las obras de ambos arquitectos.
En su explanada exterior hay esculturas de Juan Soriano y Teodoro González de León. El Auditorio Nacional es el principal recinto de espectáculos en México y es considerado uno de los principales del mundo por diversos medios especializados. Bajo las escalinatas se encuentra un paseo de la fama.