La arquitectura del MAM enfatizaba una vocación contemporánea con leves referencias a la tradición en el uso de ciertos materiales. Su aliento racionalista recurrió a las formas orgánicas, a la fluidez entre el interior y el exterior, a una estructura libre, y al uso de acabados y materiales constructivos entonces de moda, como el cristal, el mármol blanco, el pedernal en bruto, el aluminio y la fibra de vidrio.
La concepción detallada de sus jardines resaltaba el creciente interés de la modernidad por la arquitectura de paisaje. Las jardineras y los recorridos nunca se realizaron como fueron concebidas originalmente por el paisajista Matsumoto. Su diseño actual fue realizado durante la dirección de Helen Escobedo (1982-1984).