El proyecto consistía en crear un conjunto de edificios-torre, donde Legorreta propone un diseño que genera un verdadero sentimiento de la cultura mexicana, evocando una casa de este lugar. La altura máxima, 5 pisos, está dada por el resultado de un estudio de sismos y temblores. Esta altura permite generar el número adecuado de habitaciones relacionándolas con espacios públicos y espacios abiertos entre ellos y una integración con el ambiente urbano.