Fue en su tiempo la estructura más alta de la ciudad de México y está realizada en acero. Su altura corresponde más al deseo de la compañía de seguros que lo encargó de resaltar en el perfil urbano, que a una real necesidad de densificación. La cimentación antisísmica ha probado su eficiencia en este edificio, cuya silueta es claramente internacional. En los días despejados, desde el observatorio y el restaurante de las últimas plantas se contempla una hermosa panorámica de la ciudad.