Vivienda Maya y Silva

Carlos Surraco
  • Dirección: AVDA AGRACIADA 3359
  • Fechas inicio-fin: 1931 (permiso de construcción)-
  • Programas: Vivienda Unifamiliar

Tomado de: IHA, SMA, Facultad de Arquitectura. Relevamiento y comentario sobre los bienes de interés municipal de Montevideo. Montevideo: inédito, 1997.

Sólo cuatro años separan la construcción de esta vivienda de la de su vecina -la vivienda Costemalle del arq. Vilamajó. Ello permite apreciar las peculiares características de la arquitectura montevideana del período.

Esta vivienda en particular es un muy destacable ejemplo de inserción de una obra innegablemente adscripta a un lenguaje renovador, en un tejido en el que predominan las casas-quinta finiseculares caracterizadas por sus amplios jardines.

La ubicación de la vivienda al fondo del predio, y su desarrollo en varios niveles posiblemente responden a esa condicionante, tratando de liberar el suelo de un lote de pequeñas dimensiones.

Esa misma localización posterior favorece la apreciación de un planteo de por sí impactante.

La audaz propuesta hace aparecer el volumen principal como suspendido del potente elemento vertical que formaliza la caja del ascensor, y que es tratado plásticamente como elemento significante, mediante el uso de redientes y remates apuntados que acentúan aún más la verticalidad. Un equilibrio dinámico resulta de la composición general que compensa esa fuerte verticalidad con una serena horizontalidad señalada por las sutiles cornisas superior e intermedia y subrayada por una definida doble línea generada por el balcón corrido sobre planta baja que culmina en un bow-window. El tratamiento de los vanos gradúa el pasaje de los elementos verticales a los horizontales, desde la segunda planta a la primera, de modo de sugerir el asiento virtual del edificio sobre el terreno.

En aspectos de lenguaje, la obra se inscribe netamente dentro de los lineamientos renovadores propios de la década del veinte, sintetizando en sí misma referencias a diversas corrientes europeas: desde los planteos ortodoxos de Le Corbusier -recogidos en la opción de la planta baja libre y azotea jardín- hasta elementos casi textuales de la obra de Mendelsohn o de las escuelas holandesas -cornisas, tratamiento de vanos y  volumétrico general. Pero ninguna de estas referencias puede considerarse casual o transcripción caprichosa: existe una voluntad precisa de correspondencia funcional en cada uno de estos aspectos: el potente elemento vertical alberga las circulaciones verticales, las ventanas verticales y apaisadas responden en un caso a dormitorios (2º nivel) y en otro a las zonas de relación (1er. nivel). La especificidad funcional también se lee en una clara sectorización de la planta: circulaciones, áreas de servicio, de relación y de descanso.

Todo ello demuestra una particular maestría en el manejo de un lenguaje renovador a través de una reelaboración personal que permite al autor conjugar función y expresión con claves propias de la modernidad. Por medio de ellas, el rigor geométrico y la abstracción se potencian alcanzando un valor comunicacional de inquietante efecto.

Lamentablemente, el cerramiento practicado en la planta baja libre original distorsiona parcialmente una propuesta signada por su gran coherencia.


Bien de Interés Municipal desde 1995, Resol. 13232/93. 


Ver además:

Arana, M., y Garabelli, L. Arquitectura renovadora en Montevideo 1915-1940. Montevideo: Fundación de Cultura Universitaria, IHA, Facultad de Arquitectura, 1991.

Artucio, L. Montevideo y la arquitectura moderna. Nº 14. Montevideo: Nuestra Tierra, 1971.

IHA. Modernos. Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2015. Disponible en https://issuu.com/iha.fadu/docs/modernos-set-2015

IMM, Facultad de Arquitectura. Guía Arquitectónica y Urbanística de Montevideo. Montevideo: Intendencia Municipal de Montevideo. Facultad de Arquitectura, Universidad de la República. Junta de Andalucía, 2008.

Rey, W. Arquitectura moderna en Montevideo (1920-1960). Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2012.