Tomado de: AAVV. Arquitectura en Uruguay 1980-1990. Montevideo: Grupo de Viaje CEDA G’ 84, 1991.
Las características del sitio y los requerimientos del programa, convergen a una solución arquitectónica fuertemente integrada al entorno urbano.
Un edificio que dialogue intensamente con el espacio urbano circundante, conformando a nivel de calle un recorrido muy rico en actividades y con múltiples posibilidades de acceso.
Un edificio que no resulte intimidante para el ciudadano común, sino por su carácter abierto y evitando toda expresión monumental, no se constituyan en una barrera para el acceso popular a los bienes culturales.
La formalización arquitectónica surge de una interpretación del sitio y la actividad.
Sitio: la manzana como marco
Es una manzana con ocupación parcial en la que se dan las múltiples actividades propias del centro de la ciudad. Se propone reconstruirla, utilizándola como marco y tratando de obtener un edificio que, explotando sus diferentes actividades evite una expresión monumental y permita una lectura variada y lo suficientemente abierta como para absorber nuevas situaciones urbanas.
Actividades: el edificio como marco de las diferentes actividades del programa
El edificio es interpretado como un conjunto de actividades donde el espectáculo es el objetivo final de las mismas. Pero muchas de ellas, implican la permanencia y convivencia diaria de gran cantidad de personas por lo que se ha decidido valorarlas en su localización interna así como en su expresión exterior, atendiendo y enfatizando sus características específicas.
Tomado de: "Concursos". En Arquitectura, SAU, N° 257 (1987). Disponible en: https://issuu.com/bsau/docs/1987-257
ACTAS DEL JURADO
Anteproyecto que presenta una apropiada interrelacón con el entorno urbano, en base a espacios públicos cubiertos, contenidos y simples que conforman una circulación perimetral única y a los niveles normales de la vía pública, con una adecuada aunque algo escueta resolución de las esquinas (particularmente la de Andes y Mercedes).
La previsión de la Sala B, supone la prolongación del mismo sistema por la calle Florida hasta la esquina de la Av. Uruguay; allí desde la azotea enjardinada del foyer de la sala se produce una interesante conexión visual con la bahía y el Cerro.
La secuencia de espacios semipúblicos en la planta baja del conjunto, totalmente transparente respecto a la calle, reitera sin excesos formales o de área el sistema externo, pero introduciéndole hábilmente, mediante un sencillo juego de desniveles, el ingreso a la sala C y un hipertrofiado servicio de bar. Allí se produce un rico juego de visuales desde y hacia afuera que incorpora el balcón de acceso al foyer de los músicos, el foyer de la sala C y balcones de todos los niveles del foyer A, al que se llega por otro tramo de escalones.
Simple y bien resuelto el foyer A, con accesos directos por Mercedes y Andes, con un espacio central definido por 4 columnas, a la vez simbólico y apto para realizar espectáculos de alternativa, sin tener que recurrir a dispositivos rígidos ni artificios puesto que podrán usarse como graderías las escaleras de acceso al nivel superior del foyer.
Todo el conjunto está claramente zonificado, horizontal y verticalmente para las distintas actividades conectadas con un sistema circulatorio simple y, donde resulta necesario y conveniente, apropiadamente amplio.
Esta zonificación se manifiesta muy naturalmente en el exterior, generando una formalización arquitectónica variada que recmpone bien la volumetría de la manzana y posee una escala muy adecuada al carácter del entorno urbano.
La sala A está sobrepuesta al foyer, pero no a altura excesiva y responde , con subsanables defectos (principalmente de evacuación) a los requisitos programáticos cuantitativos y cualitativos con buena conformación y proporciones que podrán ,mejorar con un rediseño del cieloraso acústico y de los palcos. Está bien conectada espacialmente con el escenario que, cumpliendo con todos los requisitos programáticos, se relaciona con las áreas a su servicio mediante una circulación perimetral independiente y un número adecuado de puertas.
La sala C, incluye una interesante propuesta de balcón a nivel intermedio de acceso a la sala, aunque presenta el defecto de un rígido y poco atractivo sistema de escaleras de descenso al nivel inferior.
Muy bien dispuesta y resuelta la agrupación, en la esquina de Florida, de los escenarios y salas de ensayos y clases junto con la Dirección Artística y la Administración, a partir de la coincidencia de nivel entre el escenario B5 y el escenario de ensayos C1. Excelentes las circulaciones y especialmente las conexiones con los camarines agrupados paralelamente a la calle Mercedes, en un sector único que, con algún rediseño permitiría la ventilación natural de todos ellos.
El sector de talleres, suministros y mantenimiento, responde a similar rigor organizativo, ubicándose a nivel de escenario el armado y desarmado de los decorados que se trasladan por la calle interna N-S. También aquí es apropiada la distribución de los distintos niveles.
Sin perjuicio de lo que se deprende de la planilla de análisis programático, el jurado al considerar por unanimidad que este anteproyecto es por todo lo dicho y lo que resulta de su apreciación, claro merecedor del PRIMER PREMIO, formula a continuación las Observaciones, Recomendaciones y Sugerencias que los autores deberán tener en cuenta para la formulación del Proyecto Defintivo. (...).
Nota Nómada: Firman los miembros del jurado, arquitectos Mariano Arana, Clorindo Testa y Antonio Cravotto.
Tomado de: Auditorio Nacional del Sodre Dra. Adela Reta. http://www.auditorio.com.uy/index_1.html
El Auditorio
El Auditorio Nacional del Sodre Dra. Adela Reta se ha convertido en referencia para la cultura nacional y regional. Reinaugurado oficialmente el 21 de noviembre de 2009, es hoy el espacio que alberga a los cuerpos artísticos del Sodre: el BNS, la Orquesta Sinfónica, la Orquesta Juvenil, el Coro Nacional y el Conjunto de Cámara, brindando a los artistas condiciones locativas inmejorables tanto para su trabajo diario como para sus presentaciones y espectáculos ante el público.
Hoy en día, el Auditorio Nacional, con sus modernas salas Eduardo Fabini y Hugo Balzo, un anfiteatro, salas de ensayo de los cuerpos estables y talleres donde se realiza la producción de montajes escénicos, es un centro indiscutido para las más diversas expresiones artísticas.
El espacio
La sala principal Eduardo Fabini tiene una capacidad máxima de 1885 espectadores, lo que la convierte en la más grande del país. Cuenta con un foso automatizado para más de 100 músicos y un sistema de audio de última generación, diseñado especialmente para el Auditorio Nacional.
La Sala Hugo Balzo, nombrada en honor al destacado pianista uruguayo y director artístico del Sodre entre los años 1954 y 1970, tiene una capacidad máxima de 280 butacas. Sus instalaciones brindan una gran flexibilidad técnica, ideal para su adaptación y transformación. Es una sala moderna y polivalente, ideal para espectáculos de pequeño formato, como circo, murga o ballet, y para eventos y conferencias.
Ver además:
AAVV. Dibujos y construcciones. Arquigrafías. Elarqa Nº 9. Montevideo: Dos Puntos, 1993.
http://concursos.fadu.edu.uy/index.php/concursos/auditorio-nacional-del-sodre-adela-reta/
"SODRE. Un regreso esperado". Suplemento Diario El Observador. Montevideo, 23/12/2009.