Tomado de: AAVV. Casas. Entre el paisaje y el ocio. Elarqa Nº 13. Montevideo: Dos Puntos, 1995.
A primera vista una composición simple donde destacan, por la elevación, dos volúmenes con sendos techos inclinados. Sin embargo, una visión más detenida refleja la trabajada articulación entre los diversos cuerpos de la vivienda. A diferencia de la casa Monterroso- Pellicer (que plantea una similar actitud compositiva de adición), el juego formal y espacial se da fundamentalmente en un mismo plano horizontal, manteniendo constante la terminación en ladrillo. Esta uniformidad cromática se ve ampliamente compensada con los múltiples juegos de luces y sombras que generan retranqueos volumétricos, aleros, ventaneo y tratamientos superficiales.
La vivienda se ofrece a la vista (y al mar); una amplia curva vidriada presenta diariamente el espectáculo del paisaje, accesible desde el comedor y el estar. La intimidad de la vida interior de la casa queda garantizada por la interposición de un muro que la protege de la ruta. Finalmente, los techos y aleros se plantean no solo cumpliendo su función protectora sino como generadores de espacios de uso abierto, extensión del interior.
Tomado de: AAVV. Arquitectos jóvenes en Uruguay 1986- 1991. Montevideo: Grupo de Viaje CEDA G’ 85, 1992.
Se trata de una casa ubicada en un terreno sobre la playa, en el borde de una pequeña bahía desde donde se ven los cerros. Para el cliente un refugio que lo “separara” de lo cotidiano, para nosotros la posibilidad de la elaboración de un pequeño universo de imágenes.
- la poética de Dudock,
- las prolongaciones y graduaciones de la casa Kauffman.
El resultado:
- un muro con chimeneas y salientes;
- una curva envolvente que acompaña el paisaje
- una serie de techos, aleros, muros y terrazas que crean diversos lugares para fantasear en los momentos de ocio.
Mención Concurso Obra Realizada SAU, 1995.